Mediante un juicio de amparo, los abogados del sacerdote católico Jorge Raúl Villegas Chávez lograron que un Tribunal Colegiado ordenara reponer la audiencia de juicio en la que fue sentenciado a 90 años por los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y hostigamiento sexual.
La resolución del juicio de amparo 199/2020 a favor del sacerdote refiere que el juez que encabezó el tribunal de juicio que condenó culpable al sacerdote en 2018 incurrió en una violación constitucional al reunirse con las dos víctimas y su defensora antes del desahogo del mismo, sin la presencia de la contraparte.
El primer tribunal colegiado en materia penal del estado dejó sin efectos la audiencia del juicio celebrada en febrero de 2018, ordenó integrar un nuevo tribunal de enjuiciamiento y una nueva sentencia, por lo que la primera quedó anulada.
“El tribunal de enjuiciamiento infringió una prohibición constitucional relativa a no sostener entrevistas sin que se encuentre presente la otra parte.
No se pierde de vista que el tribunal pretendió ser empático y sensible a la naturaleza del asunto en vista que se trataba de diversos delitos de índole sexual, perpetrados en agravio de dos menores de edad y en ese sentido efectivamente adoptó salvaguardas para que ambas estuvieran acompañadas y asesoradas en todo momento.
Sin embargo, ello no implica que sea directamente el juez del conocimiento en privado que les explique cómo se desahogará una audiencia o se cerciore de su estado emocional o bien de las cuestiones de logística tal como sucedió en este asunto”, dice el fallo.
El 28 de febrero comenzará una nueva audiencia de juicio en las salas de oralidad de Irapuato, a cargo de un tribunal distinto al que lo sentenció en abril de 2018, pero en el cual se presentarán todos los elementos de prueba ya expuestos en aquel proceso.
Jorge Raúl Villegas Chávez fue exvocero de la Diócesis de León y cercano colaborador del arzobispo emérito José Guadalupe Martín Rábago.
Tras ser castigado por la jerarquía católica después de conocerse que era padre de una niña, fue demandado cuando se negó a reconocerla.
Villegas apareció luego en Irapuato, donde continuaba oficiando misas y fue contratado por la directora del colegio Atenas como confesor y “asesor espiritual”.
