Al no encontrar ningún elemento que demostrara que el presidente de SAPAL, Jorge Ramírez Hernández, buscó beneficiar o intervenir a favor de que la empresa de su cuñado Enrique Aranda lograra la adjudicación de una obra por 47 millones de pesos ejecutada con recursos de esta paramunicipal, la Contraloría Municipal decidió archivar dicho expediente.
El contralor Leopoldo Jiménez dijo que se trató de una investigación oficiosa a partir de la publicación de un medio de comunicación, con un tiempo perentorio para ser aplicada.
“Esa fue la hipótesis y esa hipótesis y durante el tiempo que me permite la ley que son 60 días se agotó, se preguntó a toda la gente que intervino de manera real en ese acto y ninguno nos informó y ningún documento nos informó que él haya intervenido o hay votado o haya pedido a nadie favorecer a alguna empresa en particular”.
El oficio enviado el pasado 23 de julio al director de SAPAL, Enrique de Haro por parte de Ulises Rugerio del Orbe, director de Contraloría Social señala lo siguiente.
“Le notifico que esta Contraloría Municipal ha acordado archivar la tramitación del expediente citado a rubro, integrado con motivo de la atención a la inconformidad de referencia; lo anterior, toda vez que no existen los elementos que permitan advertir que el C. Jorge Ramírez Hernández, presidente del consejo directivo de SAPAL, haya tenido alguna intervención en la adjudicación a la empresa antes mencionada”.
No obstante, el contralor municipal dijo que en cualquier momento, si alguien decide aportar algún elemento probatorio, el expediente se puede reabrir.
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