Arkansas ejecutó a un cuarto recluso en la última hora del jueves, luego que se había propuesto cumplir con ocho ejecuciones en un periodo de 11 días, ante la inminente expiración del suministro de una sustancia que no podrá ser usada en las inyecciones letales.
De los ocho reclusos programados para morir, los tribunales emitieron mandatos de suspensión de cuatro de esas ejecuciones por diversas razones.
Arkansas programó un calendario sin precedentes de ocho ejecuciones en un lapso de 11 días (del 17 al 27 de abril) porque uno de los fármacos que utiliza en las inyecciones -el sedante midazolam- caduca a finales de mes y resulta muy difícil de adquirir por la negativa de las farmacéuticas a suministrarlo.
Kenneth Williams, de 38 años, recibió ayer una inyección letal en la prisión de Cummins Unit, en Varner, por la muerte de un exguardia después de que Williams escapara de prisión en 1999.
En el momento de su fuga en un barril de sobras de cocina destinado a pienso para cerdos, Williams había cumplido menos de tres semanas de su cadena perpetua por la muerte de una porrista universitaria.
Williams había sido condenado inicialmente a reclusión perpetua por haber matado a tiros en 1998 a la estudiante universitaria Dominique Hurd, de 19 años
Sus últimas palabras, dirigidas a las víctimas, fueron: “Pido humildemente su perdón. No soy la misma persona que era antes”, según notificó el Departamento de Correcciones de Arkansas.
El plan original planteaba el mayor número de ejecuciones en ese tiempo desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte en 1976.
Entre las cuatro condenas finalmente aplicadas estuvo el primer par de ejecuciones en un solo día realizadas en Estados Unidos desde el año 2000.
El gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, había justificado esta precipitación por el vencimiento a fin de mes del midazolam.
Pero su programa de ejecuciones aceleradas ha sido blanco de múltiples recursos judiciales y de una movilización internacional de críticos de la pena de muerte.
Mientras el resto del país y el mundo se alejan de la pena de muerte, Arkansas ha demostrado lo comprometido que es correr en la dirección equivocada”, dijo James Clark, un activista de Amnistía Internacional en Estados Unidos.
Si bien es demasiado tarde para Kenneth Williams, Jack Jones, Marcel Williams y Ledell Lee, no es demasiado tarde para conmutar las sentencias de todos los que permanecen en el corredor de la muerte”, sostuvo.
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