Especialistas en temas se seguridad consideraron que permitir que los policías porten su arma de cargo en sus días de descanso no será la solución para evitar que sean atacados o asesinados.
El diputado federal del PAN, Jorge Espadas Galván, presentó en febrero una iniciativa para que los agentes de seguridad pública puedan mantener su arma de fuego en días y horas fuera de servicio, a fin de poder repeler una agresión dentro del marco legal y contribuir a la seguridad de la ciudadanía.
El director ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), Miguel Garza Flores, comentó que esto ya se lleva a cabo en Ciudad Juárez, donde hace algunos días un par de elementos que estaban en su día de descanso accionaron sus armas al tener un conflicto vial con dos jóvenes.
Apuntó que, desde el punto de vista operativo, sería complicado echar a andar dicha propuesta porque se requeriría contar con un arma para cada uno de los integrantes de la corporación, además de que legalmente solo pueden utilizarla estando uniformados y dentro de la demarcación territorial donde trabajan.
“Operativamente es muy complicado hacer eso porque implica que el número de armas que tenga la policía alcance para que cada policía tenga un arma para sí solo, entonces está complicado. Además, legalmente es complicado porque para que un policía pueda usar su arma tiene que estar uniformado y en el territorio donde trabaja, si no, no puede usarla”, dijo.
En tanto, el presidente de la Red Impulsando la Justicia, Martín Sánchez Bocanegra, señaló que con esta medida no se atendería, por ejemplo, aquellos casos donde los policías son agredidos en el cumplimiento de su deber.
Por ello, opinó que habría otras áreas donde sí podría mejorar la protección de los policías como mejorar los protocolos en los traslados entre el hogar y el centro de trabajo, e incluso establecer dormitorios para aquellos que tienen cambio de turno durante la noche o en la madrugada, horarios que pueden implicar un mayor riesgo para ser agredidos.