Guanajuato.- No solo atienden casos extranjeros, las Casas para Migrantes del estado de Guanajuato, también son testigos del desplazamiento forzado interno que se da en la entidad, a causa de la violencia.
Carlos Álvarez, director de la Casa Migrante Galilea, explicó que, desde esta organización ya han atendido a algunas familias que, por amenazas, han tenido que desplazarse de sus municipios de origen, principalmente de Celaya, Irapuato, Salamanca y Villagrán.
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“El detalle es que traen la incertidumbre y miedo. Primero no saben que es lo que va a pasar, si realmente pueden volverse a restablecer económicamente como familia, como les puede apoyar la familia, porque no siempre les van a poder apoyar, el miedo por el que les acaba de pasar por esa intimidación en algunos casos”, dijo.
Aunque comentó que, hasta el momento, el albergue al que representa no ha colaborado con colectivos de víctimas, sí hay seguimiento y contacto con otras Casas de Migrantes a lo largo del país, brindándoles apoyo similar al que facilitan a los migrantes extranjeros.
“Igual que al migrante, le damos el albergue, ropa, calzado, comida y orientación, por que no siempre están tratando de irse a Estados Unidos; a veces buscan irse con un familiar del país; no necesariamente están yéndose a Estados Unidos”, señaló.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), en el estado de Guanajuato, se tiene registro de más de 6 mil 500 personas que han dejado la entidad por temas de violencia e inseguridad.
Sin embargo, de acuerdo con especialistas y colectivos, esta cifra podría ser apenas una parte de este fenómeno en la entidad, ya que no existe un diagnóstico oficial.
/LT
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