En las últimas horas, la historia de Nico Carter, un bebé que cae desde noveno piso por una foto para redes en un hotel en Puerto Vallarta, Jalisco, ha conmocionado a la opinión pública.
Según varios informes, los padres del bebé compartieron la última foto de su hijo, en la que se le ve posando con un pie fuera de la ventana. Los padres aseguran que no había señales de advertencia, como conos, cintas de precaución o avisos, para alertar a los huéspedes sobre los peligros.
James Carter, el padre del niño, relató el trágico suceso: “Nico estaba justo frente a mí. No se podía ver que faltaba un panel de vidrio. Vi morir a mi hijo frente a mis ojos. Nico cayó a través del hueco del balcón y se precipitó desde más de 100 pies, alrededor de 30 metros de altura, hasta una zona de plataforma de concreto“.
La madre del bebé compartió su angustia: “En un abrir y cerrar de ojos, mi vida pasó de ser todo a nada. Mi mundo se desmoronó en segundos. La muerte de Nico fue absurda y completamente evitable“.
La madre también expresó que está tomando acciones legales para evitar que otros sufran como ella: “Nuestro hijo no murió en vano. Fue lo mejor que me ha sucedido en la vida, el niño más dulce que jamás haya existido”.
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Esta trágica historia sirve como un recordatorio de los peligros de poner la búsqueda de la imagen perfecta por encima de la seguridad personal y la de los seres queridos. La necesidad de cautela y precaución debe primar en situaciones donde la vida está en juego.
/LT
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