El 62.4 por ciento de los brasileños consideró que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff es “pésimo” o “malo”, según una encuesta publicada hoy y que sitúa la popularidad de la jefa de Estado en apenas 21.8 por ciento.
Realizada por la Confederación Nacional del Transporte (CNT) indicó que hubo un leve repunte en la popularidad de Rousseff, muy impactada por la amenaza de un juicio político y la corrupción, ya que la aprobación personal de la mandataria subió del 15.9 por ciento en octubre al actual 21.8 por ciento.
El 11.4 por ciento de los encuestados señaló que el ejecutivo es “bueno” o “muy bueno”, en momentos en que Brasil vive su peor crisis económica en décadas, enfrenta una severa crisis política y proliferan los escándalos de corrupción en torno a la petrolera Petrobras y el Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
La encuesta, realizada con una muestra de dos mil dos personas en 137 municipios entre el 18 y 21 de febrero, también reflejó la escasa confianza de los brasileños en que Rousseff sea capaz de revertir la situación.
De acuerdo con el sondeo, el 69 por ciento cree que la presidenta no sabe lidiar con la situación actual de dificultad.