El Papa emérito Benedicto XVI acompañó hoy a su sucesor Francisco en la apertura de la “puerta santa”, con lo cual quedó inaugurado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Hacia el final de la misa que celebró ante unas 50 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el pontífice se dirigió a la galería de ingreso de la Basílica vaticana donde procedió a abrir el gran portón de madera y metal.
Al llegar a la galería el líder católico se acercó a su antecesor, Benedicto XVI, quien se encontraba sentado en una esquina y lo saludó, después se ubicó frente al gran portón de San Pedro donde comenzó el rito de apertura.
El primero en atravesar la puerta tras el pontífice actual fue el Papa emérito Benedicto XVI, quien debió ser ayudado para avanzar lentamente a causa de su ancianidad. Detrás de él hicieron lo propio cardenales y obispos.
Luego, Francisco caminó hasta el altar mayor de la Basílica de San Pedro donde oró en silencio por unos instantes antes de dar la bendición final de la misa.
A partir de entonces la “puerta santa” quedó abierta y ante ella se formó una fila de miles de personas que comenzaron a transitar para obtener especiales gracias espirituales, como marca la tradición.
Entre ellos Matteo Renzi y Sergio Mattarella, primer ministro y presidente de Italia respectivamente.
En torno al mediodía, Francisco se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro pronunció la bendición con la oración mariana del Angelus.
El que inició este día es un Jubileo extraordinario, convocado por Francisco y que será dedicado al tema de la misericordia. Se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016.