Kim Jong-Un, líder norcoreano, ordenó que todos los perros de Pyongyang fueran detenidos porque esas mascotas son un símbolo de la decadencia capitalista.
Los dueños de perros aseguran que sus mascotas pueden ser usadas para paliar la escasez de alimentos que enfrenta la nación.
El mes pasado, Jong-Un declaró que tener perros en casa es una “tendencia corrupta de la ideología burguesa”.
Después de esas declaraciones, las autoridades se han enfocado en identificar casas con perros, obligan a sus dueños a entregarlos y los sacrifican.
En algunos casos las mascotas son enviadas a un zoológico y otros se venden a restaurantes.
Desde hace muchos años, la carne de perro es considerada un manjar en la península de Corea.