El titular de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (Seder), Héctor Padilla Gutiérrez, afirmó que la producción de las frutillas conocidas como berries es todo un ejemplo de éxito en la introducción de cultivos de alta rentabilidad.
El funcionario jalisciense subrayó que también es muestra de una rigurosa disciplina en materia de inocuidad, dado que en todo su proceso -campo, almacenamiento, empaque y transportación- debe cumplir con exigentes estándares que demanda el mercado.
Padilla Gutiérrez destacó que este cultivo es toda una respuesta al reto de aumentar la producción de alimentos con un enfoque de rentabilidad, sustentabilidad y mejoramiento de la calidad de vida de sus actores involucrados.
Sin embargo, dijo, el auge de esta agroindustria presenta el gran desafío de mantener y reforzar el orden que la ha caracterizado desde su nacimiento.
Mencionó que la reciente apertura del mercado de China para las berries mexicanas, teniendo al aeropuerto tapatío como plataforma de salida, trae buenos augurios, para que en el corto plazo se concrete la penetración a Rusia, lo que representa abarcar otro importante segmento de negocios.
Como parte del dinamismo comercial y el incremento de las agroexportaciones de Jalisco, las fresas, frambuesas, zarzamoras y arándanos brindan una aportación especial, pues su cultivo ha beneficiado a pequeños productores con innovación tecnológica y articulación con los mercados.
La superficie plantada de berries en el país es de 26 mil 700 hectáreas. En su cadena productiva se generan 120 mil empleos, tanto en la fase de producción como en las plantas empacadoras.
Jalisco tiene liderazgo nacional en plantaciones de arándano (835 hectáreas) y frambuesa (mil 539 hectáreas). Es el segundo en zarzamora (364 hectáreas) y cuarto en fresa (349 hectáreas). Michoacán es el líder en zarzamora y fresa.
El valor comercial del volumen nacional se calcula en mil millones de dólares, según la última evaluación.