El general Gilbert Diendere, líder del golpe de la semana pasada en Burkina Faso, desafió hoy el ultimátum que le dio el Ejército para regresar el poder al presidente interino Michel Kafando y afirmó que no se rendirá y que responderá cualquier ataque.
“No me rendiré. Sólo voy a entregar el poder a un civil en la fecha recomendada por la cumbre de la CEDEAO ( Comunidad Económica de Estados de África Occidental)”, afirmó el golpista en una conferencia de prensa, en la que afirmó que sigue al frente de Burkina Faso.
Los líderes regionales de la CEDEAO sostienen desde el pasado fin de semana conversaciones en Nigeria, sobre la crisis en Burkina Faso discutir un plan que permita retornar la paz en la antigua colonia francesa, donde al menos 10 personas han muerto desde el golpe de Estado.
La jefatura del Ejército nacional de Burkina Faso, que se ha mantenido leal al gobierno depuesto, dio hasta las 10:00 horas GMT de este martes al general Diendere, el ex jefe del Régimen de Seguridad Presidencial (RSP), para rendirse y regresar el poder al presidente Kafando.
En una declaración, los jefes del Ejército pidieron a las fuerzas presidenciales golpistas, aliados del ex presidente Blaise Compaoré, quien fue derrocado el año pasado por protestas en las calles, entregar sus armas o de lo contrario, advirtió, enfrentarían un asalto.
Pese que durante la madrugada de este martes cientos de soldados llegaron a Uagadugú, en una demostración de fuerza para convencer a las tropas golpistas a deponer las armas, Diendere permaneció dentro del Palacio Presidencial que tomó en días pasados.
Al frente de una unidad de élite del Régimen de Seguridad Presidencial (RSP), el general efectuó el jueves pasado el golpe de Estado, que derrocó al presidente interino, acusándolo de falsear el período de transición y excluir de las próximas elecciones a los partidarios de Compaoré.
El líder golpista aseguró que no desea el poder, ni quiera que haya un derramamiento de sangre en el país, sin embargo advirtió que sus hombres están listos para responder a cualquier ataque, según reporte del sitio All Africa.
“Yo no quiero jugar un papel particular en la transición. Yo no quiero ser primer ministro”, dijo el ex comandante de la guardia presidencial y agregó que quería evitar que las unidades militares luchen unos contra otros
No queremos derramar sangre para mantenerse en el poder a cualquier precio. “Vamos a encontrar una solución entre hermanos de armas para evitar confrontaciones”, indicó Diendere, aunque reiteró que se defenderá en caso de ataque.
En tanto, tropas leales al depuesto gobierno confirmaron que se estaban preparando para atacar la base militar de Camp Naaba cerca del palacio presidencial de la capital burkinesa, donde están las fuerzas presidenciales que llevaron a cabo un golpe de Estado la semana pasada.
Burkina Faso, un país con 17 millones de habitantes, ubicado en África Occidental, ha conocido desde su independencia en 1960 numerosos golpes de Estado militares.
Desde el pasado 17 de septiembre, la tensión permanece en las calles de Uagadugú, donde las estaciones de servicio, bancos y tiendas se mantienen cerradas, ante el temor de nuevos incidente de violencia, y enfrentamientos entre golpistas y las tropas leales al gobierno depuesto.