El descubrimiento de operaciones de un cártel colombiano que traficaba cocaína desde Argentina a Europa, previa escala en África, renovó el debate público sobre las políticas de drogas en medio de las campañas presidenciales del país sudamericano.
La creciente discusión en torno al narcotráfico también se centra en la “creatividad” del crimen organizado, ya que el último operativo logró detener un cargamento de cocaína impregnada en granos de arroz que iba a partir desde el puerto de Rosario, a 300 kilómetros de Buenos Aires.
El problema para dimensionar los alcances del tráfico de drogas en Argentina es la falta de información, ya que el Ministerio de Seguridad no ha actualizado los datos de incautaciones.
Los últimos datos disponibles demuestran, sin embargo, una tendencia creciente, ya que en 2009 se secuestraron 5.3 toneladas de cocaína, cantidad que aumentó a 5.9 toneladas al año siguiente y que en 2011 alcanzó el récord de 6.3 toneladas.
Más allá de que los informes anuales no estén actualizados, los especialistas en políticas de drogas suelen explicar que los decomisos no implican una mayor eficacia de las fuerzas de seguridad, sino que son un síntoma de que cada vez está circulando más cocaína.
Durante septiembre, por ejemplo, el último gran caso involucró la detención de 12 personas, nueve de ellas colombianas, acusadas de pertenecer al cartel del Norte del Valle, y con vínculos con historias narco que estallaron aquí desde el año 2011.
Desde entonces el juez Sergio Torres comenzó a investigar ejecuciones de colombianos en Buenos Aires a plena luz del día y causas por lavado de dinero que derivaron en un operativo que permitió el decomiso de 30 kilos de “narco arroz” valuado en un millón de dólares.
El cargamento se decomisó en Rosario, en un barco que tenía prevista una escala en Guinea Bissau antes de llegar a Europa, pero también hubo allanamientos en las ciudades de Mendoza, Tucumán y Buenos Aires, y pedido de captura internacional de otras 16 personas.
También el mes pasado se secuestraron seis kilos de cocaína en Jujuy, una ciudad del norte del país, en un operativo que permitió la captura de dos ciudadanos peruanos.
A ello se sumó otro operativo en Buenos Aires en el que se decomisaron 30 kilos de cocaína y mariguana y uno más en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en el que se descubrieron 10 kilos de la misma droga.
Otro de los casos de mayor impacto fue la detención de tres ciudadanos argentinos en España que fueron acusados de formar parte de una banda internacional que introdujo por lo menos una tonelada y media de cocaína en ese país.
Cada historia vinculada con el narcotráfico altera las campañas políticas con miras a las elecciones presidenciales del próximo 25 de septiembre, ya que el candidato que puede ver afectado su caudal de votos es el oficialista Daniel Scioli.