Personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detectó y clausuró de manera total temporal la tala ilegal de diversas especies en la zona de humedales de la laguna Juluapan, en Manzanillo.
El delegado estatal, Ciro Hurtado Ramos confirmó que en el área referida, cercana a la playa La Boquita, fue removida vegetación de diversas especies, principalmente de mangle blanco, afectando una superficie aproximada a los mil metros cuadrados.
“Se trata de obras y actividades irregulares, pues el presunto responsable no contaba con la autorización en materia de impacto ambiental, que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)”, destacó.
Hurtado Ramos añadió que la remoción de la vegetación del sotobosque bajo el dosel del manglar se debió a que el inspeccionado pretendía iniciar una actividad comercial, orientada a utilizar el sitio como estacionamiento público.
Dijo también que la eliminación de la vegetación forestal se hizo con machete, pues en ramas y tocones se observaron cortes irregulares, además de que el material removido fue acopiado junto con residuos de palapa y basura diversa, a fin de prenderle fuego, lo que propició la carbonización de la base y copa de varios ejemplares de mangle.
“La vegetación de ese manglar está conformada principalmente de especies de mangle blanco, intercaladas con ejemplares de selva baja caducifolia, como son palo de agua, timúchil, guásima y guamúchil”, explicó.
Aclaró que durante el levantamiento del Acta de Inspección se observó el derribo de seis ejemplares de las especies conocidas en la región como palo de agua, guamúchil y timúchil, con diámetros de 10 a 20 centímetros y alturas de 4 a 6 metros.
“El lugar está inmerso en zona de humedales o humedal costero, de acuerdo con las características del suelo, humedad y vegetación, además de que la presencia de hoyos de cangrejos y aves zancudas en la periferia, demuestra que el sitio corresponde a un área de manglar-humedal que forma parte del sistema de la laguna de Juluapan”, indicó.
Añadió que, por todo ello, el personal de la Profepa colocó los sellos de clausura, “previniendo al inspeccionado de las penas y sanciones a que podría hacerse acreedor en caso de quebrantar alguno de los sellos colocados”.