Centenas de ciudadanos hondureños se manifestaron este lunes por varias regiones del país para exigir la salida del poder de Juan Orlando Hernández, pero fueron dispersados por grupos de la Policía.
Con la quema de llantas en varias avenidas de Tegucilgalpa, los manifestantes repudiaron el mandato de su presidente, y además colocaron barricadas de piedras y botes de basura.
Sin embargo, la Policía hondureña llegó para dispersarlos con bombas lacrimógenas de las fuerzas estatales del orden.
Una de las protestas más violentas fue a un lado de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, desde donde manifestantes lanzaron piedras contra los elementos de seguridad.
Los policías, por su parte, lanzaron más bombas lacrimógenas hacia el interior de la universidad, lo que la inundó de gas las aulas y otros establecimientos.
Algunos de los protestantes estaban con los rostros cubiertos y se enfrentaron a los agentes.
Apenas este fin de semana se formó la Coalición de unidad de oposición fuera dictadura, que tiene por objetivo obligar a dejar el poder a Juan Orlando Hernández.
“Llamamos a todos los sectores, políticos, sociales y empresariales del país, a integrarse a esta Coalición de Unidad, contra la dictadura y el rescate de la patria”, destacaron algunos integrantes de la alianza.
Ese país carga a cuestas un profunda crisis política desde hace 12 años, cuando fue derrocado Manuel Zelaya, el entonces presidente del país.
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