Un inadecuado descanso por las noches no sólo influye en el desgaste físico o mental que se tenga durante el día, también aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes mellitus, señaló la experta Lourdes Margarita Mateos Reynoso.
Agregó que, incluso, quienes ya tienen el diagnóstico de esta enfermedad crónico-degenerativa (diabetes mellitus), pueden ver deteriorado su estado de salud más rápidamente, conforme acumulen días sin dormir lo suficiente.
La médica familiar adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 91 del IMSS Jalisco añadió que durante las horas de sueño se liberan un sinnúmero de sustancias necesarias para el buen funcionamiento orgánico.
Afirmó que cuando hay deficiencias al dormir, entre muchas otras consecuencias, se observa un aumento en los niveles de glucosa en la sangre, además de bajas en los niveles de cortisol, regulador de los carbohidratos.
Detalló que al no descansar lo suficiente, “por un lado se altera la liberación de la hormona denominada cortisol y por otro se libera mayor cantidad de insulina, circunstancia que pone en alto riesgo a las personas diabéticas y también a las que no lo son, porque se vuelven más vulnerables a desarrollar la enfermedad”.
Puntualizó que un buen descanso por la noche se vuelve, en este sentido, indispensable.
Destacó que los problemas del sueño pueden presentarse tanto en hombres como en mujeres, en todo rango de edad.
Precisó que los principales síntomas son cansancio e irritabilidad, ante los cuales lo mejor será acudir con un experto en salud a una Unidad de Medicina Familiar (UMF).
Mencionó que durante la revisión se indagará sobre el tiempo y la calidad del dormir del paciente, así como antecedentes clínicos asociados.
Mateos Reynoso recomendó a la población establecer un horario fijo para acostarse y despertarse todos los días y cumplirlo a cabalidad, incluso los fines de semana, de preferencia cuando ya haya amanecido.
Comentó que la luz solar contribuye a iniciar el ritmo circadiano, es decir, a la liberación de la hormona cortisol, cuyo punto más álgido y más bajo es cerca de las 7:00 y de las 19:00 horas, respectivamente.
Resaltó la importancia de detectar problemas del sueño y manifestarlos al médico familiar para que él establezca un tratamiento, desde hacer cambios en el estilo de vida (alimentación, actividad física), hasta prescribir fármacos, e incluso, derivaciones a segundo o tercer niveles de atención cuando el problema es severo.
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