Heredero de una dinastía de la danza gitana fundada por su abuelo Farruco, el bailaor sevillano Juan Manuel Fernández, mejor conocido como Farruquito, sostuvo que el flamenco es el psicólogo que ha tenido en su vida.
El español, quien el próximo 18 de julio debutará en el Lunario del Auditorio Nacional con su espectáculo “Improvisao”, señaló que el estrés, las malas noticias y el andar de cada día, son soportados gracias al flamenco, disciplina que ama desde que era un niño.
“Los tiempos que corren, en donde cada uno piensa de manera individual, y desea superar sus miedos, en estos tiempos, el flamenco es necesario porque te ayuda a continuar, pero sin dejar de recordar quien eres”, comentó.
Considerado como una de las figuras más emblemáticas del baile flamenco en la actualidad, refirió que “el flamenco representa una forma de vivir, una filosofía” y subrayó que ese arte, “nunca ha sido una profesión para él”.
“Para mí la profesión viene atender al compromiso, los viajes están solo en mi familia, pero el momento en que estoy en el escenario es un disfrute, a la necesidad del yo, del alma. El flamenco no es una exhibición, sino mostrarse tal como uno es, un maestro me decía: se baila como se es”, afirmó.
Hijo del cantaor Juan Fernández Flores “El Moreno” y de la bailaora Rosario Montoya Manzano, “La Farruca”, Farruquito regresa a México, en esta ocasión en plena madurez artística con “Improvisao”, un espectáculo que traslada al público al universo tradicional y mágico de un arte que celebra la vida, en el que el bailaor y sus músicos son el centro de la creación artística sin artificio alguno.
“Venimos con un espectáculo llamado ‘Improvisao´ que recuerda el origen del flamenco, cómo fue que nació. Quiero llevar a la escena momentos, es decir, algo que pasa en el escenario, algo que sucede en el momento, que es irrepetible”, señaló el bailaor.
Con este show, Farruquito se propone retomar la esencia de un flamenco íntimo, auténtico y visceral, en el que los artistas se despojan de los trucos escénicos, para dejarse en la piel un heroico intento de fundirse con el público a través de la improvisación.
Explicó que su pasión por el flamenco se originó a la edad de tres o cuatro años, cuando asistía a las giras que hacían sus padres por Estados Unidos.
“Inicié en el flamenco desde muy chico, no recuerdo cuando comencé a bailar, mi familia dice que desde siempre. Por eso digo que el flamenco no es algo que vaya en el sentido de decidir, en mi caso fue algo de lo que me enamoré durante una gira que hacían mis padres por Estados Unidos.
“Tenía tres o cuatro años, no sabía lo que veía cada noche en el teatro, pero tras verlo me enamoré y ahí fue donde un día le dije a mi abuelo Farruco que deseaba bailar y dedicarme a eso, me nació como un sentimiento, una expresión”, recordó.
Farruquito presentará un show minimalista, acompañado de cuatro cantes: Antonio Villar, Fabiola Pérez, Mari Vizcarraga y Pepe de Pura, las guitarras de Román Vicenti y Juan Requena, y la percusión de Ane Carrasco.