El presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, aseveró que las elecciones del próximo 7 de junio serán las más complejas en la historia electoral del país, lo que representará un riesgo para la credibilidad del instituto en caso de que fracase en aplicar sus 74 nuevas atribuciones.
En entrevista con Notimex, señaló que existe consciencia de que el órgano electoral enfrenta un desafío inédito por el tamaño de las elecciones, por las nuevas atribuciones del Instituto y por el contexto político y social que se enfrenta.
Señaló que se ha vuelto más compleja la operación de los comicios y ha colocado al INE como contraparte de un conjunto de actores sociales a los que el instituto nada tiene que ofrecer, como son el movimiento magisterial en Guerrero y el de los padres de los 43 normalistas.
Sobre si esta previsto algún fracaso en este proceso electoral, dijo que no se tiene avizorado, pero “si estamos trabajando para imaginarnos los peores escenarios, ya que los fracasos se dan cuando no se está preparado para generar las previsiones para enfrentarlos”.
“Si bien no estamos anticipando un fracaso, si nos estamos preparando en el tema de fiscalización, sobre todo para enfrentar la sobrecarga de trabajo que tendrá la Unidad de Fiscalización, la Comisión del ramo y el Consejo General en las semanas posteriores de la elección”, dijo Córdova Vianello.
Lo anterior, porque “vamos a tener 45 días para fiscalizar un volumen inédito de informes de campaña de manera exhaustiva, porque somos los que vamos a determinar si hubo o no rebases de campaña, que por arriba del cinco por ciento del tope serán causa de nulidad de la elección”, aseveró.
Además, se trata de la elección más grande que ha organizado el Instituto Nacional Electoral (INE) con 83.5 millones de ciudadanos inscritos en el listado nominal, 149 mil casillas y 10.5 millones de ciudadanos insaculados.
Asimismo, un millón 210 mil ciudadanos que deberán fungir como funcionarios de casilla, 16 elecciones concurrentes y una federal, dos mil 159 cargos de elección popular en disputa, lo cual multiplicará el número de candidatos que deberán ser fiscalizados por el INE.
El consejero presidente sostuvo que este conjunto de razones tiene que ver con la instrumentación de la reforma electoral de 2014, que de las ocho que se han llevado a cabo en la época de la transición a la democracia en México, sin duda es la de mayor dificultad en su instrumentación.
Lo anterior, entre otras cosas porque es una reforma que rompe con el modelo electoral que se venía estableciendo desde 1990, que implicaba la coexistencia simultánea de 33 sistemas electorales, uno en cada entidad federativa más el federal, señaló.
Además, se pasó de la fiscalización de seis mil informes de precampaña y campaña para diputados federales, a un universo de alrededor de 75 mil en los niveles federal y local.
Por ello, Córdova Vianello consideró que esta elección será la primera gran prueba del ácido para el órgano electoral, lo que se viene a sumar a otros episodios que constituyen el primer año de vida del instituto en una lógica de construir confianza.
Sobre cuántos candidatos han solicitado seguridad al INE, dijo que hasta el momento sólo cinco, y respecto a cuantos abanderados han respondido al Instituto para presentar su currículum informó que sólo 169 de más de cuatro mil 500.