La construcción del aeropuerto Santa Lucía ya sufrió su primer sobreprecio. Y no es poca cosa: más de $8 mil millones por un cerro que olvidaron considerar en los planos del proyecto.
El costo original de la adecuación era de $70 mil millones y ahora rebasa los $78 mil millones, de acuerdo a un informe que difundió la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El responsable de los planos originales del proyecto en Santa Lucía es el ingeniero José María Riobóo.
El incremento en el presupuesto original se estima en casi 12% de lo que había proyectado el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El detalle es que el monto no previsto es para comprar terrenos del Cerro de Paula, que obstruiría la pista sur por diseñarse a sólo 10 kilómetros de distancia.
Personal de la Sedena además consideró que era necesario erogar otros $6 mil millones extras para la construcción de la pista número 3, que no estaba contemplada en el plano original.
Además, la Sedena advirtió que las poblaciones aledañas presentarán afectaciones al agua porque el aeropuerto se ubica en un manto que ha sufrido sobreexplotación.
Y es que la operación de un aeropuerto no es cualquier cosa, tan sólo requiere al día 6 millones de litros de agua y antes se extraían 750 mil litros diarios para abastecer México, Hidalgo y algunas zonas de la Ciudad de México.
El error de cálculo deriva del plan diseñado por el ingeniero José Mario Riobóo.
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