La publicación en la revista Rolling Stone de una entrevista exclusiva que Sean Penn hizo a Joaquín “El Chapo” Guzmán, efectuada cuando el narcotraficante era buscado por las autoridades mexicanas, ha provocado en los medios estadunidenses una encendida polémica sobre estándares y ética periodística.
Penn viajó a México para entrevistarse con el capo de la droga bajo un acuerdo “inusual”, informó la cadena de televisión CNN. La entrevista se concedió bajo el entendido de que “El Chapo” leería y aprobaría la historia escrita por Penn antes de que ésta se publicara.
Rolling Stone publicó -el sábado por la noche- junto a la entrevista una nota aclaratoria acerca del “inusual” acuerdo en la que asegura que “el sujeto no pidió ningún cambio” a la nota.
Informó además que la misma estaba lista a ser publicada antes de que “El Chapo” fuera recapturado el pasado viernes en Los Mochis, en el estado mexicano de Sinaloa.
CNN cuestionó entonces qué habría pasado si “El Chapo” Guzmán hubiera solicitado algún cambio. “¿La revista habría cortado las partes que no le gustaban?”, interrogó.
Las preguntas sobre la forma en que fue obtenida la “impactante” entrevista no se detienen ahí, señaló CNN.
La cadena de televisión cuestionó también si Penn tenía o no la obligación legal o ética de informar a las autoridades mexicanas o estadunidenses de su cita con el entonces fugitivo narcotraficante. Las respuestas son evasivas, indicó.
De acuerdo con lo escrito por Penn, la actriz mexicana Kate del Castillo negoció el encuentro con “El Chapo”, luego de que éste se fugara en julio pasado de una cárcel en México. Penn pasó horas con “El Chapo” y los dos hombres posaron para una foto.
La foto, explicó Penn en su historia, fue “para que pudiera comprobar a mis editores de la revista Rolling Stone que la reunión prevista había tenido lugar”.
“El Chapo” habló con Penn sin excusas sobre su multimillonario negocio de tráfico de drogas, asegurando en un momento de la entrevista: “Puedo proporcionar más heroína, metanfetamina, cocaína y mariguana que nadie en el mundo”.
CNN recabó diversas opiniones que debaten los estándares éticos de la entrevista, incluyendo la de Craig Silverman, editor del servicio informativo BuzzFeed y exescritor de un blog sobre ética periodística que emitió en un mensaje en Twitter un comentario sarcástico sobre la información, al señalar que:
“Gran regreso de la revista Rolling Stone: Obtener una celebridad para entrevistar a un conocido traficante de drogas -y dar la aprobación a este último para que la editara”.
Jeet Heer, un editor de la revista de The New Republic, estableció paralelismos entre una historia no sustentada publicada por Rolling Stone a finales de 2014 sobre violaciones sexuales en un campus universitario -que motivó a la revista a retractarse y ofrecer disculpas- con el artículo de Penn sobre “El Chapo”.
Heer escribió que, “Rolling Stone hace a un lado los estándares de la ética periodista para conseguir la historia que atraerá una enorme atención. ¿Qué podría salir mal?”.
Sin embargo, otros periodistas defendieron el artículo de Penn. “Yo y todos los demás periodistas habríamos comprometido mucho más para conseguir una entrevista con ‘El Chapo’. Cualquiera que diga lo contrario está mintiendo”, afirmó por su parte el periodista Danny Gold.
Chris Hayes, comentarista de la cadena de televisión CNN, mencionó en una serie de mensajes en Twitter que “obviamente es indefendible sin ambigüedades el otorgar a un sujeto de una entrevista la última palabra sobre su publicación”, pero los asuntos sobre el bien y el mal se colocan detrás en los cálculos de negocio en algún publicaciones.
“La pieza va a generar tráfico enorme”, dijo Hayes, al referirse al número de lectores que serán atraídos por la entrevista.
Hayes cuestionó también el hecho de que: “¿Cuántas organizaciones de noticias, si tuvieran la oportunidad, habrían hecho lo mismo ¿Cuántos habría rechazado esos términos?”.