La emoción de dos hermanos de ir al primer día de capacitación para entrar a trabajar a Pirma, terminó con lágrimas luego de que ambos murieron en el accidente entre dos camiones cuando venían rumbo a Purísima del Rincón.
Su vida se cortó de tajo.
Ocho muertos y más de 15 lesionados, en su mayoría originarios de Jalisco -varios con domicilio en Lagos de Moreno- y trabajadores de la empresa Caribean de Pirma Brasil ubicada en Purisima del Rincón, fue el resultado fatal del choque y volcadura registrada a muy temprana hora de este sábado en territorio de Jalisco.
Un camión de transporte de personal de Pirma que entraba a una curva sobre la carretera Lagos de Moreno-La Unión de San Antonio a la altura del entronque a Tlacuitapa, fue golpeado entre la neblina que restaba visibilidad, por la caja de un tráiler cargado con toneladas de cartón, que lo proyectó hacia el barranco.
En el camión viajaban dos hermanos, una joven y un menor de edad, que gustosos salieron de su casa ubicada en la colonia La Aurora de Lagos de Moreno, para recibir la capacitación que les darían en su primer día de trabajo pero nunca llegaron.
Óscar López, de 17 años, nunca había trabajado, por lo que contento le decía a su papá don Mario y a su hermana Carolina, de 20 años, que esperaba su primer pago para comprarse sus tenis y otras cosas.
“Caro y Óscar eran inseparables”, dijo Don Mario, hasta en la muerte se fueron juntos como siempre estaban, eran los hermanos más unidos de un total de ocho que integraban su familia.
Don Mario con un gran dolor en su corazón pero lleno de entereza, platicó que sus hijos salieron aproximadamente a las 6 de la mañana de ese trágico sábado 15 de septiembre a tomar el camión de la empresa a la que apenas ingresarían y que todos los días los llevaría a su trabajo.
En tanto, Don Mario se fue a su trabajo pero poco después de las 11 de la mañana recibió una llamada alarmante de su esposa, quien le dijo que había visto en Facebook un accidente muy fuerte y que al parecer era el camión en el que viajaban sus hijos, por lo que de inmediato se fue a su casa por su esposa.
Al confirmarlo, dijo don Mario, recorrieron la Cruz Roja y los hospitales de Lagos, pero no los encontraron entre los heridos, fue por sugerencia de un amigo policía que se trasladaron a Semefo donde trágicamente reconocerían los cuerpos de sus dos hijos, entre ellos el de Óscar, que por ser menor de edad tuvo que presentar una carta firmada por don Mario donde le autorizaba trabajar.
Desde ese momento cambió la vida de don Mario: ya no estarían sus hijos, a quienes les gustaba escuchar todo tipo de música en una bocina de su mamá, “eran como almas gemelas y nunca se separaron, hasta juntos murieron”, dijo entre sollozos.
Sus cuerpos fueron velados tan sólo unas horas en su casa, y ayer fue la misa de cuerpo presente en el templo del Señor de los Trabajos en su misma colonia La Aurora; al concluir el cortejo partió al panteón donde entre porras, llantos y globos blancos les dieron sepultura a quienes juntos se fueron hasta la muerte a su última morada.
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