Violeta Gasca Vargas, de 41 años y madre de dos hijas, murió en León víctima de un mal procedimiento quirúrgico realizado por un doctor que carece de la especialidad de cirugía plástica y que a pesar de ello, pudo rentar un espacio en el Hospital Ramírez Guadiana para llevarla a cabo.
De acuerdo con lo relatado por su esposo Eduardo y su hermana Edith, el 14 de agosto Violeta se hizo una lipoescultura en el Hospital Ramírez Guadiana, ubicado en bulevar San Pedro, y la operación corrió a cargo del doctor Marco Enrique Pacheco García, quien carece de la especialidad necesaria para realizarla.
El paquete, que le recomendaron amistades, tuvo un costo de 40 mil pesos, lo cual es muy inferior a los precios del mercado, que oscilan entre los 60 mil y 150 mil pesos, según explicó Gustavo Jiménez, presidente del Colegio de Cirujanos Plásticos en el estado.
La operación salió mal, y como el Hospital Ramírez Guadiana carece de una unidad de terapia intensiva, Violeta tuvo que ser trasladada de urgencias a la clínica Siena, donde falleció horas después el mismo 14 de agosto.
“Su vida le fue arrebatada por personas sin la más mínima ética ni moral, gente llena de ambición que por 3 pesos atentan contra la vida de las personas. Violeta no regresará, con su partida nos destruyeron a toda la familia, con nada nos repararán el daño que nos han hecho, pero queremos que su muerte no sea en vano”, dijo Edith Gasca en conferencia de prensa.
Por lo anterior, Pía Salazar, representante legal del Colegio de Cirujanos y de los familiares de Violeta, informó que ya se presentó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General del Estado, la Cofepris y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico.
El objetivo, añadió, es que el hospital sea suspendido y multado, mientras que el doctor, que labora en Celaya y los fines de semana atiende en León, sea llevado a prisión por usurpación de funciones, fraude y homicidio culposo.
En tanto, el presidente de Colegio de Cirujanos Plásticos de Guanajuato estimó que a nivel nacional, por cada cirujano plástico debidamente acreditado, hay 8 o 9 que ofrecen sus servicios sin tener la preparación requerida, aunque también lamentó que en la mayoría de las ocasiones, sus víctimas no denuncian.
“El problema principal es que no hay la denuncia y nosotros no podemos hacer nada sin la denuncia, obviamente nuestra oficina de control de riesgos sanitarios a nivel estatal está pendiente de vigilar, pero si los familiares o el paciente no quieren denunciar, no hay una denuncia en firme, no hay manera de poder proceder”, dijo.