En los últimos dos años, al menos 268 guanajuatenses fallecieron mientras estaban en lista de espera para recibir un órgano, aunque de acuerdo con el director del centro Estatal de Trasplantes de Guanajuato, Rodrigo López Falconi, el programa de trasplantes poco a poco va retomando el ritmo frenado por la pandemia.
En 2020, 210 personas en lista de espera murieron, 209 aguardaban por un riñón y una un hígado. Un año después, la cifra se redujo, pues fueron 58, de los cuales 55 buscaban un riñón y el resto un hígado.
López Falconi indicó que una de las principales comorbilidades entre los difuntos por covid, era precisamente la insuficiencia renal, y ese fue uno de los factores que provocó que la lista de espera de pacientes se redujera por primera vez en el estado.
Sin embargo, destacó que la disminución gradual de los indicadores de la pandemia ha permitido que desde 2021 se aceleren los trasplantes; ese año se realizaron trasplantes de 31 personas donantes, mientras que este año, la cifra en el primer trimestre es de nueve, por lo que estimó que se superará de forma importante lo logrado en el 2021.
“Se va acelerando, afortunadamente ya estamos viviendo días de pandemia con índices de contagios muy bajos, con la reconversión de las unidades y ya están liberándose espacios. Lo que esperamos es volver a la normalidad a partir del segundo semestre, ya estarnos reactivando de manera normal y para eso se está invirtiendo mucho”, dijo.
López Falconi pronosticó que en el segundo semestre del año terminarán de realizarse los ajustes necesarios para retomar el ritmo de trasplantes que se tenía previo a la pandemia, aunque todavía faltará tiempo para igualar esas cifras.
Actualmente, la Secretaría de Salud de Guanajuato dispone de tres espacios en donde se realizan estos procedimientos: el Hospital General y el Hospital Pediátrico en León, así como el Hospital General de Irapuato.