Tradición precolombina en México, el Día de Muertos suscita cada vez más interés en Brasil, donde una importante ciudad del centro del país, Belo Horizonte, suma su tercer año de festividades con un evento que no cesa de crecer.
Rachel Magalhaes, gestora del proyecto, explica que la iniciativa de celebrar un festival en la considerada capital minera de Brasil se debe a la iniciativa de un grupo de estudiosos y amantes de la cultura mexicana.
“La idea surgió de un grupo de investigadores que se llama ‘Arte de vivir con propósito’. Somos autónomos y multidisciplinares, hay desde antropólogos a abogados de todas las edades. Pero todos somos admiradores de la cultura mexicana”, explicó Magalhaes.
Tras dos años en los que el evento tuvo una capacidad media, este año el “Festival Día de Los Muertos” de Belo Horizonte contó con una estructura mayor, en consonancia con la demanda de público.
“Es la primera vez que tenemos este tamaño en términos de público y programación”, explicó, en referencia al evento celebrado el domingo 30 de octubre, donde en un local con capacidad para dos mil personas se organizaron sesiones de maquillaje de calaveras, espectáculos mexicanos y un concurso de gastronomía para crear platillos con ingredientes mexicanos como el aguacate o el maíz.
“¡Tuvimos incluso piñatas!”, señaló Magalhaes, quien explicó que el consulado de México en Río de Janeiro participó en el evento creando un gran altar de muertos.
“También tuvimos una exposición fotográfica dedicada a México. Para que la gente pueda profundizar en la cultura mexicana, en su conocimiento ancestral, su cosmología y sus construcciones antiguas”, aseveró.
La gestora del festival explicó que, por su tradición profundamente cristiana, la muerte en Brasil es percibida “con pesar”, de ahí el atractivo del Día de Muertos, que permite “celebrar a los ancestros” y a la vez entender que la muerte es “una transición en la vida”.
“Eventos como este ayudan a las personas a abrirse para tener una visión diversa de la muerte”, dijo Magalhaes, tras explicar que en su cuarta edición, en 2017, el festival tendrá un potencial mayor, con una semana entera de actividades.
“La idea es que se convierta en un punto de encuentro entre Brasil y México en Belo Horizonte. Queremos traer a artistas de México y que sea una semana con varios eventos, en vez de un día, con actividades de literatura, arte, música, negocios”, concluyó.
Discussion about this post