El presidente del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas Rodríguez, aseguró que Guanajuato es víctima de su propia bonanza, la cual atrajo a grupos criminales que ven este territorio como un mercado muy atractivo.
El especialista en Cultura de la Legalidad por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales explicó que, con algunas excepciones, las entidades con mayor desarrollo terminan por convertirse en epicentros de la violencia en México, mientras que las que no tienen crecimiento económico como Campeche o Chiapas, son de las más pacíficas.
Sin embargo, apuntó que en el caso de Guanajuato también su posición geográfica lo vuelven una plaza codiciada por el crimen organizado, aunado a la ineficacia de las autoridades.
“Hay un error en la criminalización y exaltación de la pobreza en México, y en decir que la gente delinque porque es pobre, no, la gente delinque por muchos otros motivos, la pobreza también es un factor, pero no es el más relevante, y la verdad es que si volteamos a ver la historia de México, los estados más violentos son históricamente los estados en donde ha habido mayor desarrollo económico”, dijo.
El presidente del Observatorio además aseguró que Guanajuato probablemente cuenta con la mejor fiscalía y la mejor secretaría de seguridad pública, pero eso no es suficiente si no hay trabajo complementario de la Federación o de los municipios.
“Sí hay un factor que hace más interesante a un estado pujante que a un estado no pujante, eso sumado a la posición geográfica y la incapacidad de la autoridad de ponerle un freno. Yo lo he dicho y lo sostengo, Guanajuato cuenta con probablemente la mejor fiscalía del país, la mejor secretaría de seguridad pública local, es lamentable que eso no se haya traducido en condiciones de seguridad y paz para los ciudadanos, pero eso nos demuestra que si hay una buena institución local y una mala Federación o municipios insuficientes, los resultados no se logran”.
Asimismo, Francisco Rivas subrayó que tampoco sirve detener a líderes de grupos delincuenciales si al final el Gobierno federal dobla las manos o no judicializa de forma correcta las correspondientes carpetas de investigación.