Guanajuato.- Si bien en los últimos meses se ha logrado reducir la sobrepoblación en las cárceles de Guanajuato, sigue siendo un problema presente en 9 de los 11 centros penitenciarios a cargo del estado.
Datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato indican que el sistema penitenciario estatal tiene infraestructura para albergar a 6 mil 300 reos, pero al cierre de marzo había recluidos 7 mil 227, es decir, 14.7 por ciento más que la capacidad instalada.
La cárcel donde está más acentuado este problema es la de Celaya, pues a pesar de que tiene espacio para 406 presos, actualmente hay 716, casi el doble.
En la de Irapuato hay lugar para 305 reclusos, pero en realidad hay 481, que representa un sobrecupo del 58 por ciento.
En el centro penitenciario de San Miguel de Allende hay una sobrepoblación del 46 por ciento, mientras que en el de Pénjamo es del 39 por ciento, y del 19 por ciento en el de León, pues tiene espacio para 1 mil 825 presos pero hay 2 mil 178.
En el penal de Salamanca el sobrecupo es del 15 por ciento, y en los ubicadas en Guanajuato y San Felip, es del 10 por ciento.
Las únicas dos cárceles donde no está rebasada su capacidad es la de Acámbaro, que tiene una ocupación del 98 por ciento, y la varonil de Valle de Santiago, con 84 por ciento.
De acuerdo con el Informe sobre los derechos humanos de las personas privadas de libertad en las Américas, el hacinamiento en cárceles expone a los reos a diferentes riesgos de salud como el contagio de enfermedades infecto contagiosas y epidemias, entre otros.
Además, aumenta las fricciones y los brotes de violencia entre los reclusos, dificulta el acceso a los servicios básicos, constituye un factor de riesgo para la ocurrencia de incendios u otros siniestros, e impide el acceso a los programas de rehabilitación.
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