Un grupo de hijos de inmigrantes indocumentados mexicanos viajó desde California hasta Washington para pedir al Papa abogue por una reforma migratoria y un alto a las deportaciones, cuando hable ante el Congreso y el presidente Barack Obama.
Frente a las puertas de la Casa Blanca y hablando alternadamente en inglés, español y mixteco, Sophie Cruz, una niña de 5 años, hija de padres indocumentados de Tuxtepec, en el estado de Oaxaca, apeló a la generosidad del jerarca de la Iglesia católica.
“Papa Francisco te quiero contar que mi corazón está muy triste porque tengo miedo de que el ICE (Oficina de Inmigración y Aduanas) deporte a mis papás”, dijo Sophie, rodeada de miembros de la organización Hermandad Mexicana, de California.
“Mis papás alimentan a este país, por lo tanto merecen vivir con dignidad, merecen ser respetados y merecen una reforma migratoria justa para las personas que lo necesitan”, remató Sophie, ataviada con las prendas multicolores de la cultura mixteca.
Evelyn Calderón, una niña de 10 años hija de un padre indocumentado de Michoacán, pidió a Francisco que hable por todos los inmigrantes durante su discurso este jueves ante la Cámara de Representantes y el Senado, que se han negado a aprobar cambios migratorios.
“Mi mensaje para el Papa Francisco es que hable con el Congreso para que nos den una reforma migratoria”.
Sandra Zamorano, una joven de 21 años, acudió a la concentración cargando a su hijo Isaac, de dos años de edad. Aunque ambos son ciudadanos, el esposo de Sandra es indocumentado y enfrenta el riesgo de la deportación.
“Estoy aquí para pedirle al Papa que nos ayude a legalizar a nuestras familias y a nuestros padres… Yo sé que él sabe cómo nos sentimos nosotros los inmigrantes. Somos de este país y ellos nos necesitan”, señaló Sandra.
La joven de origen mexicano expresó asimismo su esperanza de que las Cortes de Estados Unidos aprueben la versión ampliada del Programa de Acción Diferida (DAPA) y de su versión para adultos, actualmente en trámite en la Corte del Quinto Circuito de Apelaciones.
La visita del Papa Francisco detonó una serie de movilizaciones de inmigrantes indocumentados, así como de organizaciones defensoras de los latinos a lo largo de la visita del jerarca católico por Washington, Nueva York y Filadelfia.
Un contingente de 100 mujeres realizó un peregrinaje de 100 millas y planea acercarse a los eventos del Papa Francisco para llamar la atención sobre las necesidades de las madres inmigrantes en Estados Unidos.
Otra coalición de agrupaciones celebrará el jueves una jornada de plegarias en una iglesia local, para resaltar la importancia de que Estados Unidos apruebe una reforma migratoria.