En México, dos de cada cuatro hombres de 45 a 65 años de edad experimenta agrandamiento de la próstata.
A este crecimiento se le conoce como Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) y es una de las patologías más comunes entre varones en edad avanzada, pues debido al envejecimiento de la población su incidencia ha aumentado.
En la mayoría de los pacientes la valoración inicial, el seguimiento y tratamiento puede ser en una atención primaria, ya que consiste en un crecimiento no maligno en el tamaño de la próstata, es decir, no es causante de cáncer.
La Secretaría de Salud informó que las posibles consecuencias son retenciones de orina en la vejiga o reflujo de la orina hacia los riñones y una necesidad de orinar frecuentemente. Si la inflamación fuera muy grave, puede bloquearse por completo el sistema urinario.
Los hombres de 40 años y más se recomienda que acudan al Centro de Salud más cercano para realizar un examen de próstata para identificar factores de riesgo, y tener una temprana atención.
El diagnóstico diferencial con el adenocarcinoma de próstata se establece a través de cuantificación de antígeno prostático específico en sangre, ecografía prostática e índice prostático y la biopsia prostática y mismo que puede realizarse en las unidades de salud.