Médicos sin Fronteras (MSF) denunció hoy que bombardeos de la coalición árabe alcanzaron un hospital gestionado por la organización en la provincia de Saada, norte de Yemen, el segundo ataque en su tipo, luego del registrado en Kunduz, Afganistán.
“Las instalaciones de MSF en Saada, Yemen, han sido alcanzadas por varios ataques aéreos de la coalición, cuando había pacientes y personal dentro del centro”, afirmó la organización no gubernamental (ONG) en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.
El hospital fue alcanzado por cinco ataques de la aviación árabe entre la noche del lunes y esta madrugada, en lo que sería el último atentado contra un objetivo civil en los siete meses de la ofensiva de la coalición en Yemen, según un reporte de la televisión Al Yazira.
Desde el pasado 26 de marzo, una coalición de nueve países árabes, liderada por Arabia Saudita, impulsa una ofensiva militar contra la milicia rebelde houthi, en un intento por restablecer al presidente Abd Rabbah Mansur Hadi en el poder de Yemen.
El primer ataque se produjo en torno a las 23:00 horas del lunes (20:00 GMT) y golpeó el edificio donde están las oficinas administrativas del centro médico, que atiende a diario a decenas civiles afectados por el conflicto armado.
El portavoz de MSF en Yemen, Hassan Boucenine, confirmó en declaraciones a la televisora qatarí que una persona resultó herida a consecuencia de los ataques contra la clínica de Saada, aunque se encuentra en condición estable.
Boucenine aseguró que los bombardeos fueron una acción “deliberada”, ya que la oficina de MSF había proporcionado a la coalición liderada por Arabia Saudita las coordenadas de sus instalaciones en Saada hace sólo dos semanas.
“Siempre damos nuestras posiciones GPS y las posiciones de nuestro hospital a la coalición y las renovamos cada mes. La actualización más reciente se llevó a cabo hace dos semanas”, indicó y agregó que las fuerzas de la coalición “sabían que era un hospital de MSF”.
El vocero de la organización médica internacional condenó el ataque, que calificó como un crimen de guerra e insistió en que fue un acto deliberado, ya que no había ninguna razón para que el hospital fuera blanco de un ataque.
El bombardeo es el segundo en su tipo que sufre este mes la organización internacional, luego de que el pasado 3 de octubre, aviones estadunidenses atacaron un hospital de MSF en la ciudad afgana de Kunduz, provocando la muerte de 13 de sus empleados y 10 pacientes.
Las tropas estadunidenses en Afganistán aseguraron que el hospital fue bombardeado por error después de que fuerzas afganas solicitaran el apoyo de la aviación en la zona para enfrentar a presuntos militantes, aunque MSF también asegura fue deliberado.