El ejército belga ha sido movilizado para garantizar la seguridad en las prisiones del país luego de dos semanas de huelga de carceleros.
En total 180 soldados darán apoyo a los policías y funcionarios de la Cruz Roja que asumieron las funciones de los huelguistas al inicio del movimiento.
Según el gobierno, el refuerzo militar tiene por objetivo “proporcionar mayor apoyo humanitario”.
Abogados denunciaron que, debido a la ausencia del personal, muchos detenidos estaban privados de tres comidas diarias, del acceso a duchas o de visitas de familiares.
Los carceleros se quejan de falta de efectivos y de sobrecapacidad de los establecimientos penitenciarios.
