Ángeles Béjar, madre de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha iniciado una huelga de hambre en la iglesia de la Divina Pastora de Motril. Su consigna es clara: “Cacería inhumana a mi hijo debe cesar“. La madre busca justicia para Rubiales, suspendido por la FIFA tras una controversia con la jugadora Jenni Hermoso.
Enclaustrada en el barrio de Capuchinos, Béjar permanecerá en el recinto día y noche, exigiendo un trato justo para su hijo. Argumenta que no hay abuso sexual, ya que ambas partes consintieron. “¿Por qué este ensañamiento?”, se cuestiona. Vanessa Ruiz, prima de Rubiales, respalda la causa, denunciando un “acoso y derribo” injusto contra el presidente de la RFEF.
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Esta situación, dice Béjar, podría afectar a cualquiera. “Mi hijo es incapaz de hacer daño”, asegura. Familiares y un médico han llevado agua y medicinas a la iglesia, preocupados por la salud de Béjar, quien, junto a su cuñada, mantiene un encierro en busca de justicia y respeto para Rubiales. La madre defiende su integridad y ruega que Jenni Hermoso diga la verdad.
Con la huelga de hambre de su madre, más familiares de Luis Rubiales han salido a pedir no juzgar antes de tiempo al directivo.
“Su madre, que es una persona muy creyente, se ha refugiado en Dios y se ha puesto en huelga de hambre. No quiere salir de la iglesia, su familia estamos sufriendo muchísimo por él. No nos parece justo lo que está pasando. Que se le ha juzgado antes de tiempo”, dijo Vanesa Ruiz Béjar, prima de Luis Rubiales.
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