La incertidumbre que dejaron los resultados de las elecciones generales en España celebradas la víspera se mantiene, al desconocerse qué fórmula de acuerdo parlamentario permitirá la formación del nuevo gobierno.
El Partido Popular (PP), del presidente Mariano Rajoy, fue la fuerza más votada, pero obtuvo 123 escaños en el Congreso de los Diputados (que tiene un total de 350) y está lejos de los 176 para formar gobierno, por lo que necesita de otras formaciones para alcanzar la mayoría.
El escenario abierto en estas elecciones no tiene precedentes desde las primeras elecciones democráticas de 1977, por lo que están sobre la mesa varias opciones para encontrar un acuerdo o pacto que, de lograrse, también sería novedoso en España.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió 90 diputados y es la segunda fuerza en el país, seguido de cerca de la izquierdista Podemos con 69 escaños; y la también nueva formación Ciudadanos con 40.
Los escaños se completan con nueve de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC); Democracia y Libertad (nueva marca de Convergencia Democrática de Cataluña) con ocho; los nacionalistas gallegos de Marea con seis y Partido Nacionalista Vasco (PNV) también con seis.
Izquierda Unida (IU) se queda en dos diputados, lo mismo que la izquierda independentista vasca de EH Bildu; y Coalición Canaria con uno.
Las principales fórmulas no alcanzan la mayoría absoluta, como la del PP como principal fuerza votada con Ciudadanos (de centro derecha y con la que tiene coincidencias), ya que juntos sumarían 163 escaños.
La opción del bloque de izquierda entre PSOE, Podemos e IU son 161, también muy alejada de los 176 requeridos para ser votado un nuevo gobierno.
En ese caso, las fuerzas nacionalistas de Cataluña, País Vasco y Galicia podrían influir con su voto o en abstención a favor de algunas de las opciones.
En medio de los análisis de los resultados, algunas voces piden pasar a una gran coalición entre PP y PSOE para asegurar la estabilidad del gobierno en los próximos cuatro años.
Sin embargo, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, declaró este lunes que los socialistas no votarán por Rajoy, por lo que descartan esa opción.
El líder y candidato de Podemos, Pablo Iglesias, también aseguró que no apoyará “ni por activa ni pasiva” la investidura de Rajoy, y señaló que su prioridad es impulsar reformas que garanticen derechos sociales como educación, salud y vivienda, así como en materia electoral.
Ante ello, el PP no ha emitido aún un posicionamiento oficial sobre qué tipo de negociaciones va a realizar con los otros partidos.
La legislatura se constituye el próximo 13 de enero, cuando se deberá proponer una fecha para el debate de investidura y se cuenta con dos meses más para negociar y alcanzar acuerdos para la formación del nuevo gobierno.
En caso de no conseguirse estos acuerdos, se volvería a convocar a nuevas elecciones (tentativamente entre marzo y abril).