El agua es una parte vital para el correcto funcionamiento del cuerpo humano, sobre todo cuando es temporada de calor para evitar golpe de calor o deshidratación, factores que pueden llegar a poner en riesgo la salud.
“Diariamente debemos consumir entre un litro y medio a dos litros de agua natural, lo cual equivale de seis a ocho vasos, lo anterior con la finalidad de que nuestro cuerpo esté hidratado, que los nutrientes se absorban de una mejor manera, evitar estreñimiento y en el caso de las personas que consumen medicamento para que éste tenga una mejor función”, dijo María del Consuelo Boy Ayala, nutricionista dietista de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 56 de la Delegación Guanajuato, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para hidratarnos correctamente existe la herramienta denominada la Jarra del Buen Beber en la que se promueve como prioridad es el consumo de agua natural, por ello en las escuelas se difunde el no consumo de bebidas azucaradas.
El refresco es un enemigo de nuestra salud, pero desafortunadamente es de consumo general a cualquier nivel social a pesar de poseer un contenido alto en azúcar, motivo por el cual la Jarra del Buen Beber no lo contempla para su consumo. Los jugos industrializados también contienen grandes cantidades de azúcar, incluso los jugos naturales al no acompañarse de fibra natural, ya no son tan recomendables.
Resaltó Boy Ayala que México es el primer país consumidor de refresco, y para evitar riesgos a la salud, como descalcificación y daño al riñón, recomendó beber agua de frutas con poca azúcar.
Invitó a la población a que acuda al servicio de Nutrición en las Unidades de Medicina Familiar para recibir orientación sobre la correcta hidratación, además de la alimentación saludable.
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