La semana pasada despidieron a Alonso Escalente de la dirección del Teatro Bicentenario, una persona reconocida como la que proyectó en gran dimensión las actividades del recinto. Lo corrieron vilmente a pesar de que su labor hablaba por si sola, cuando se cuestionó a Arturo Joel Padilla, director del Fórum Cultural, dijo que el despido se debía por la soberbia desmedida.
No es causal de despido la soberbia desmedida, pero de serlo cuántos funcionarios estarían despedidos desde hace mucho, ya que tienen soberbia, pero no resultados.
En el caso de Alonso Escalante no importa si tiene o no soberbia, sino los resultados al proyectar al Teatro del Bicentenario como un destino cultural en Guanajuato.
Mañana se realizará una manifestación en apoyo de Alonso Escalante y de su equipo, una estructura que ha dado resultados.
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