La investigación de la muerte de Héctor Eduardo Jaimes, en Irapuato este miércoles por la mañana viene confirmando las versión ministerial sobre que fue abatido después de que disparara en dos ocasiones contra policías ministeriales, pero las indagaciones serán agotadas antes de resolver si hubo una legítima defensa, mientras por otra parte, se investiga si el ahora occiso estuvo inmiscuido en dos homicidios cometidos también en aquella ciudad.
Esto fue confirmado por funcionarios ministeriales, quienes señalaron que las indagaciones y estudios periciales realizados tras de que Héctor Eduardo Jaimes muriera por un impacto de bala en el pecho en la calle Siembra, esquina con Juan Aldama, de San Juan de Retana, vienen corroborando la versión de los policías ministeriales involucrados en el incidente.
Eran tres los agentes que esperaban a un cuarto elemento de la policía ministerial minutos antes de las siete de la mañana en ese lugar, cuando llegó Héctor Eduardo Jaimes y los amagó con una pistola calibre 45 y les exigió que entregaran sus teléfonos celulares.
Uno de los agentes entregó su aparato, pero otro bajo del vehículo oficial y se presentó como agente ministerial y entonces el motociclista hizo dos disparos, uno de los cuales pegó en el vehículo oficial, mientras el agente ministerial le disparó a su vez y lo derribó con un disparo en el pecho.
Los nombres de los policías siguen siendo mantenidos en reserva.
Por otra parte, reiteraron que los teléfonos recuperados fueron reconocidos por una mujer y sus hijos, a quienes el mismo hombre había asaltado poco antes.
Según las autoridades investigadoras, las indagaciones han sido ampliadas a la posible participación del ahora occiso en dos homicidios cometidos en Irapuato, aunque no proporcionaron mayores detalles y señalaron que la indagación del hecho de este miércoles no culminará hasta que se corroboré lo que ocurrió y se defina si fue una legítima defensa como todo parece indicar.
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