Las recientes masacres ocurridas en Guanajuato no son solo actos para eliminar a miembros de una agrupación con los que se rivaliza, sino también son mensajes fuertes hacia la ciudadanía, hacia el gobierno y hacia los cárteles enemigos.
Así lo sostuvo Estefanía López Mendoza, investigadora de la organización civil “Causa en Común”, quien sostuvo que incluso la difusión de videos tomados por los propios perpetradores de los multihomicidios refuerza la intención de que sirvan como propaganda.
“Son atentados contra la sociedad, son también mensajes de propaganda. En este caso de Tarimoro vimos que la masacre fue grabada y dejaron ahí carteles, entonces son mensajes dirigidos no solo a la ciudadanía, sino también al gobierno y a los grupos del crimen organizado”, dijo.
La semana pasada en Guanajuato ocurrieron al menos tres masacres. Las primeras dos se registraron el sábado 17 de septiembre, cuando cuatro personas fueron asesinadas en una casa en el municipio de Silao, y otras seis en un domicilio de Romita.
La más reciente y con mayor número de víctimas fue la de Tarimoro, ocurrida la noche del miércoles en un billar, donde 10 personas fallecieron tras ser baleadas por sujetos con armas largas.
Estefanía López indicó que con ello las agrupaciones delincuenciales buscan mostrar su estado de fuerza, pero también lo fácil que les resulta acabar con la vida de varias personas en un solo acto.
Cuestionada sobre la baja en homicidios que presumen las autoridades estatales, la investigadora sostuvo que este delito no puede ser tomado como indicador exclusivo para medir la violencia en la entidad, pues por ejemplo, han crecido 155 por ciento las carpetas de investigación por extorsión, delito que está vinculado también con el crimen organizado.
Asimismo, aseguró que más allá de desplegar más efectivos en ciertas regiones conflictivas, lo que se requiere para reducir este fenómeno es mayor trabajo de inteligencia y que las fiscalías actúen de forma correcta, pues en muchas ocasiones, subrayó, quienes son detenidos como presuntos responsables de estos crímenes terminan por ser liberados por errores del ministerio público.