Trece policías municipales de Coyuca de Benítez, en la Costa Grande, fueron brutalmente asesinados; incluyendo al secretario de la corporación, Alfredo Alonso López; y al director de la policía, Honorio Salinas Garay. La masacre tuvo lugar en el poblado El Papayo, a lo largo de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
Aunque aún no se ha proporcionado una versión oficial sobre los eventos, las imágenes compartidas en redes sociales muestran el trágico desenlace para estos agentes.
Según informes preliminares, el convoy de la Policía de Coyuca de Benítez fue emboscado. En el ataque seis agentes perdieron la vida, mientras que los otros siete fueron secuestrados y posteriormente ejecutados.
Esta tragedia se enmarca en una lucha territorial entre los grupos criminales de Los Granados y La Familia Michoacana en la región.
Además, este lunes Guerrero vivió un día de violencia con al menos 20 homicidios, incluyendo el asesinato del profesor Rigoberto Acosta González, uno de los principales promotores de declarar la Sierra como una octava región en Guerrero.
La situación es tan crítica, que la Fiscalía General del Estado ha ordenado a su personal administrativo en la región de Tierra Caliente que no se presente a trabajar “hasta nueva orden” debido a la escalada de violencia.
Esta región enfrenta un aumento en la actividad delictiva y una historia de enfrentamientos con La Familia Michoacana, lo que ha generado una respuesta de violencia por parte del grupo criminal.
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Este es otro episodio de la grave crisis de inseguridad que afecta a México, particularmente a Guerrero, y la urgente necesidad de abordar el problema de la violencia en el país.
/LT
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