La subsecretaria de Gestión para la Protección Ambiental de la Semarnat, Martha Garciarivas, reiteró el compromiso del gobierno mexicano de trabajar en la consolidación de un acuerdo jurídicamente vinculante para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en zonas más allá de la jurisdicción nacional.
En el marco de la Conferencia Nuestro Océano 2015, en Valparaíso, Chile, la funcionaria señaló que para la administración federal es prioritario dar cumplimiento al objetivo 14 de la Agenda 2030, suscrita recientemente en Nueva York, sobre conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible, por lo que se busca fortalece el trabajo multilateral.
Reconociendo, dijo, a las organizaciones del sistema de Naciones Unidas como el espacio de negociación fundamental para los temas marinos, en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Recordó que México estableció el concepto de santuario natural para la protección de las ballenas, y en los años 70 decretó, en el litoral Pacífico de Baja California, el establecimiento de áreas de refugio para la ballena gris, especie que se encontraba amenazada.
De igual forma, en 2002 estableció sus aguas nacionales como área de refugio para la protección de estos cetáceos que, aunada al esfuerzo multilateral, ha logrado la recuperación de la especie.
Entre otras acciones para la conservación de los recursos marinos, destacó la protección de siete de las ocho especies de tortugas marinas que existen en el mundo, las cuales encuentran en aguas mexicanas las características idóneas que favorecen su anidación.
Asimismo, se refirió al Programa de Atención Integral al Alto Golfo de California, orientado principalmente a la protección de la vaquita marina, el cual va acompañado de un importante programa de investigación científica, de un trabajo conjunto con las comunidades pesqueras de la zona y un compromiso de vigilancia permanente de las autoridades.
Finalmente, indicó que la acidificación de los océanos es un reto de urgente atención, ya que existe el riesgo de ocasionar daños irreversibles y de gravedad inusitada a nuestro ecosistema, afectando la viabilidad de un número importante de especies.