El monto de las remesas que ingresarán a México provenientes de Estados Unidos en 2017 permanecerá sin cambios respecto del año pasado, cuando alcanzó un nivel récord de 27 mil millones de dólares, de acuerdo con el banco de inversión Merrill Lynch.
En un análisis publicado este miércoles, el banco de inversión con sede en Nueva York apuntó que la razón por la que el monto de las remesas medidas en dólares permanecerá sin cambios durante el presente año se debe a una combinación de factores.
Uno de los factores positivos es que el mercado de trabajo en Estados Unidos sigue mejorando, lo que significa que la tasa de desempleo caería a 4.6 por ciento del PIB en 2017, del 4.9 por ciento durante el año pasado, además de que aumentarán los salarios, de acuerdo con las estimaciones del banco.
Otro factor positivo es que la emigración a Estados Unidos desde México continúa, aunque a niveles mucho más bajos que antes de la crisis financiera, y pese a que la migración neta es ahora negativa, con más gente mudándose al país latinoamericano que mexicanos trasladándose a territorio estadunidense.
El principal factor negativo para el monto de remesas es que podrían perder el impulso que recibieron las remesas antes de las elecciones estadunidenses. Este impulso significó un aumento de 33 por ciento, medido en pesos, en el monto de estos recursos en los últimos cuatro meses del año anterior.
Asimismo, otros factores que podrían reducir el monto de las remesas provienen de la aplicación de más duras políticas contra la migración en Estados Unidos, como la implementación de impuestos para financiar el costo del muro propuesto por el presidente estadunidense Donald Trump.
Merrill Lynch consideró no obstante que el presidente Trump ha suavizado en las semanas recientes su retórica en torno a la posible fiscalización de las remesas.
Otro riesgo viene del potencial de una mayor deportación de migrantes indocumentados, luego de que Trump firmó una orden que permite expulsar a una población más amplia de inmigrantes.
Merrill Lynch recordó que el monto de las remesas recibidas en México en 2016 fue cercano al tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en tanto que en 2014 fue inferior al dos por ciento del PIB.
El banco destacó que las remesas fueron junto con la inversión extranjera directa la principal fuente de dólares para la economía mexicana después de las exportaciones de automóviles, y por encima de los flujos financieros, el turismo y las exportaciones de petróleo.
Las remesas son muy importantes para el consumo en México, ya que los receptores suelen ser pobres y con restricciones de crédito, por lo que su propensión al consumo es alta, precisó el banco.
Pese a sus beneficios, Merrill Lynch advirtió que a largo plazo “las remesas no son positivas para México, porque representan el retorno de un factor que está produciendo en Estados Unidos”, donde permanece la mayor parte de este retorno.
Destacó además que existe evidencia de que aquellos que emigran son más productivos, si se controlan todas las demás variables, que aquellos que se quedan en México.
Así, “la migración teóricamente aumentaría el crecimiento económico en el país receptor y perjudicaría al crecimiento en el país emisor”, puntualizó el banco.
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