México tiene su primera prueba de fuego, una final que disputar este jueves, en lo que será su primer encuentro del V Campeonato Mundial de Futbol Americano Senior ante Estados Unidos, duelo en el que se busca hacer historia y quitarse los fantasmas del pasado.
El país lleva una preparación de más de dos años para este mundial y en concreto casi seis meses para enfrentarse a Estados Unidos, parece de rigor que cada participación que el equipo nacional tiene hay que medirse con el mejor, y ahora será en su duelo debut.
Para los jugadores no importa si es la final o el primer juego, saben que si quieren aspirar al oro tienen que ganarle a quien sea y entre ellos al país que inventó este deporte, para los muchachos lo más importante es demostrarse que las distancias se han recortado.
En Austria, en 2011, la mitad del juego de Estados Unidos, quien tuvo una anotación, le sufrió para encontrar los huecos, la selección lo tuvo a raya pero faltó seguridad en el ataque al final, los tricolores perdieron 17-7 pero fue una experiencia que les sirvió para entrenar con el coraje de no repetir esa amarga experiencia.
Poco les puede decir que el equipo de Las Barras y las Estrellas cuente con más de media plantilla con jugadores de División I de la NCAA, pues de este lado también hay talento, varios jugadores que han tenido actividades con equipos de la NFL y NFL Europa.
Este juego puede determinar mucho de su participación, por lo que más allá del resultado lo primordial serán las armas que puedan mostrar, ver si hay un crecimiento colectivo.
El oro es el objetivo pero tienen que saber que no es el fin, hace cuatro años tras perder con Estados Unidos llegaron desmoralizados al juego por el bronce ante Japón, que les propinó otra derrota.
De esta manera, el equipo mexicano tiene que mostrar la madurez para hacerle saber a su rival de este jueves que está para ser campeón, pero sobre todo más fuerte mentalmente, pues esos son los puntos que le pasan factura en momentos claves y que ahora si han sido bien entrenados podrían darle un trofeo en Canton, Ohio.