La falta de mujeres en el gabinete estatal refleja falta de voluntad del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo para respetar la paridad de género establecida en la Constitución, pero también el conservadurismo que impera en el partido que ostenta el poder, el PAN.
Así lo afirmó la maestra en Política y Gestión Pública, Guadalupe Fernández Aguilera, responsable del programa universitario de Mujer y Relaciones de Género en la Ibero León.
Refirió que tanto en el sector privado como en el público, las mujeres van desapareciendo en el organigrama conforme se va subiendo de nivel, hasta que su presencia es nula o prácticamente nula cuando se observan los cargos directivos.
No obstante, subrayó que en la administración pública, Diego Sinhue, al igual que los alcaldes, tendrían la obligación de garantizar la paridad de género en su gabinete, como lo mandata el artículo 41 de la Constitución, e incluso, aunque no fuera obligatorio, tendrían que dejar en claro el papel que juegan las mujeres en la vida pública desde la conformación de sus equipos de trabajo.
Sin embargo, la realidad es que hay muy pocas mujeres en puestos de toma de decisión, y generalmente en áreas relacionadas con la familia, la infancia o el turismo, lo cual implica un estereotipo de género errado.
“La raíz tiene que ver con la ideología del partido en el poder, es parte de su discurso el colocar a las mujeres como beneficiarias, se habla de que las mujeres no están solas, que las vamos a acompañar, estamos con ellas, como un asunto totalmente paternalista; las mujeres son colocadas como beneficiarias o como usuarias, pero no como sujetas de derechos. No tenemos una política que realmente impulse la participación de las mujeres en la vida pública”, afirmó en entrevista.
Además, lamentó que el conservadurismo del PAN se ha convertido en política pública y Guanajuato, en lo que respecta a derechos humanos de las mujeres, siempre es de los estados más rezagados; muestra de ello es que fue el último en armonizar su legislación a lo establecido en la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
Por ello, dijo, el movimiento feminista en el estado, a diferencia de lo que pasa en otros lugares, muchas veces no lucha para avanzar, sino más bien para no retroceder.
Guadalupe Fernández subrayó que quienes se oponen a la paridad de género bajo el argumento de que deberían llegar los que cuenten con un mejor perfil, dejan de lado la condición de desigualdad que enfrentan las mujeres, que representa que no hay un piso parejo para competir, además de que en décadas pasadas, nunca se cuestionó si los hombres que acaparaban los cargos públicos estaban o no preparados para ello.
Por lo anterior, añadió que es necesario capacitar de forma constante en perspectiva de género a quienes laboran en el gobierno, además de que las funcionarias y servidoras públicas impulsen también la agenda de derechos humanos de las mujeres en sus respectivos espacios.
“Cuerpo de mujer no garantiza conciencia de género, es decir, hay una lucha paridad total, sí hay una obligación por parte del gobernador para conformar gabinete paritario, impulsar el liderazgo de las mujeres, pero por otro lado también requerimos mujeres que lleven la agenda de derechos humanos de las mujeres a los espacios de participación pública y de toma de decisiones donde se encuentren”, dijo.