Tras cinco años de lucha para conseguir su cambio de identidad del género masculino al femenino, Naomy Méndez, activista muxe de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, buscará mañana lunes cambiar su credencial de elector.
La joven de 26 años de edad, acompañada de Michel y Dayana, viajó la noche del viernes pasado por más de 12 horas para llegar a la Oficina Central del Registro Civil, en el centro de la Ciudad de México, y recibir su acta de nacimiento con reconocimiento de identidad de género.
Durante el largo trayecto -contó- las tres mujeres acordaron levantarse muy temprano este lunes, alistarse y acudir al módulo correspondiente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) para tramitar su nueva credencial de elector con el cambio de sexo y nombre.
Nos vamos a hacer nuestro cambio y empezar una historia, con una nueva identidad y el nombre que nosotras elegimos”, manifestó contenta mientras esperaba el sábado pasado en la explanada del registro civil.
Ataviada con un traje de tehuana en color negro, el más representativo del Istmo de Tehuantepec y correspondiente a las mujeres de la etnia zapoteca, contó a Notimex que sus padres le dijeron antes de salir de casa: “Te vas con el nombre que te pusimos, pero regresas siendo nuestra hija”.
Y es que ella, al igual que Michel y Dayana, forma parte importante de la población del sureste de México, donde habitan los muxes, indígenas nacidos con sexo masculino que asumen roles femeninos en cualquiera de los ámbitos social, sexual y/o personal.
Decidió dejar su nombre de varón en anonimato y expuso que el de Naomy lo adoptó hace 11 años, cuando participó en un concurso para elegir a la reina. “Yo me hacía llamar Natasha, pero un estilista de Juchitán me externó: tú eres decida y entregada como Naomi Campbell”.
Desde entonces y con ese nombre, emprendió su activismo en favor de los derechos humanos y decidió luchar para ser aceptada legal y socialmente porque -argumentó- ha padecido discriminación en la universidad por carecer del documento oficial que le acreditara su cambio de identidad de género.
Conmigo ocurre cuando pasan la lista de asistencia y pronuncian mi nombre de nacimiento (…); lo mismo sucedía con mis compañeros. Para mí era algo incómodo y, al tener mi acta de nacimiento con las modificaciones, me siento mucho mejor”, mencionó.
A pesar de que ella sensibilizó al personal del Instituto Tecnológico del Istmo cuando trabajaba en la Dirección de Políticas para la Diversidad Sexual del Ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza, dejó trunca su carrera por los constantes desafíos que presentaba como mujer trans, entre ellos el impedimento de hacer uso de los baños.
Ahora con su nueva acta de nacimiento -dice- regresará a continuar sus estudios y lograr obtener su título universitario como Naomy Méndez, cuyo nombre desea sea repetido una y otra vez por sus compañeros y profesores.
Es algo muy importante porque no quiero que Naomy sea una (persona) del montón, quiero que destaque, sea alguien en la vida y apoye a la comunidad Muxe del Istmo”, resaltó la joven.
Méndez Romero explica que el término “muxe” vino con la invasión de los españoles en Juchitán de Zaragoza. “Ellos empezaron a llamar muxes a las mujeres”, acotó.
Puntualiza que también se ha dado a la terea de investigar, junto con otros antropólogos, el origen de esta palabra, y precisa que ésta proviene de un diccionario en lengua zapoteca y significa “miedo afeminado”.
Pero yo quito el dilema de miedo porque, como seres humanos, miedo tenemos todos”, enfatiza la estudiante de ingeniera, al considerar que la comunidad muxe “rompe el miedo” para “salir de clóset” y tener una identidad propia.
Para mí es decir aquí estoy, con una gran esencia y dignidad para representar a mis compañeras, quienes tejen, bordan y me asombran con sus trabajos”, insistió la joven muxe, al reiterar que ahora buscará fortalecer a su comunidad a través de la inclusión y equidad de género.
Hoy en día, los muxes son reconocidos y respetados en la familia tradicional, al ser considerados los mejores hijos porque nunca abandonarán el hogar y serán un apoyo incondicional, en especial cuando las mamás dejan de trabajar.
La Consejería Jurídica y de Servicios Legales de la Ciudad de México entregó ayer sábado 235 actas de nacimiento con reconocimiento de identidad de género a hombres y mujeres “trans” de 23 estados del país.
Entre ellos están 87 de la capital, 35 del Estado de México, 17 de Veracruz 17, 11 de Puebla, 10 de Guanajuato, nueve de Querétaro y siete de Jalisco.
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