Ankara.- El padre del niño sirio, ahogado en Turquía y cuya imagen se ha convertido en símbolo del drama de los refugiados, rechazó hoy una oferta de asilo de Canadá, pidió al mundo evitar sufrimientos como el suyo y relató la tragedia de su familia.
“He recibido una oferta del gobierno de Canadá para que yo pueda ir allí. Pero, después de lo ocurrido, no quiero ir. Voy a llevarme los cuerpos primero a Suruç (ciudad turca en la frontera con Siria) y luego a la ciudad siria Kobane. Pasaré el resto de mi vida allí”, dijo.
La foto del cuerpo sin vida del niño Aylan Kurdi, de tres años que se ahogó junto con su hermano de cinco años y su madre luego que el barco en que viajaban naufragó la víspera en el mar Egeo, ha dado la vuelta al mundo y suscitado una ola de indignación sobre la situación de los refugiados.
El padre del niño, Abdulá Kurdi, el único miembro de la familia que sobrevivió gracias a que nadó hasta la costa turca de Bodrum, pidió a la comunidad internacional que evite sufrimientos como el suyo y se sensibilice ante la crisis migratoria.
“Quiero que el mundo entero nos escuche desde Turquía, donde hemos llegado escapando de la guerra. Tengo un gran sufrimiento. Hago esta declaración para evitar que otras personas pasen el mismo sufrimiento”, declaró Kurdi.
En declaraciones a la prensa delante del Instituto Forense de la ciudad turca de Mugla, Kurdi relató que sus hijos se le habían resbalado de las manos al hundirse la embarcación que los llevaba de Dodrum a la isla griega de Kos.
“Teníamos chalecos salvavidas pero el barco se hundió porque varios se levantaron. Yo sostenía la mano de mi mujer. Pero mis hijos se me resbalaron de las manos”, dijo a la agencia de prensa Dogan.
“Estaba oscuro y todo el mundo gritaba. Por eso no pudieron oír mi voz ni mi mujer ni mis hijos. Intenté nadar hasta la costa siguiendo las luces, pero no pude encontrar a mi mujer y a mis hijos una vez en tierra. Fui al hospital y ahí me enteré de la amarga verdad”, narró.
Refirió que después de que Canadá rechazó su solicitud de refugio en junio pasado, su familia decidió viajar a Europa sin la ayuda de traficantes de personas, luego de pagar por dos intentos previos fallidos.
La policía turca arrestó en las últimas horas a cuatro traficantes de personas que operaban en la península de Bodrum, en el suroeste de Turquía, donde la víspera fue hallado el cuerpo del niño sirio.
La familia Kurdi que huía desde Kobane, bajo asedio del grupo yihadista Estado Islámico (EI) desde hace meses, era parte de los más de dos millones de refugiados sirios que han llegado a Turquía.