El Consejo de Seguridad y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunciaron hoy el secuestro del presidente de Burkina Faso, Michel Kafando, junto a varios miembros de su gabinete, y exigieron su liberación inmediata.
En sendos comunicados, tanto el titular de la ONU como el Consejo de Seguridad condenaron en los términos más enérgicos los secuestros, entre lo que se incluye también el del primer ministro, Isaac Zida, ocurridos este miércoles en la capital burkinesa de Uagadugú.
De acuerdo con informes de prensa, los líderes del gobierno fueron privados de su libertad por militares leales al expresidente Blaise Compaoré, apenas dos días después de que una comisión nacional recomendara desintegrar la guardia presidencial.
Al respecto, tanto Ban como el Consejo de Seguridad subrayaron que el incidente es una violación flagrante de la Constitución de Burkina Faso y de su Carta Transicional y pidieron a todas las facciones políticas en este país del Occidente de África que evitaran toda manifestación de violencia.
“La ONU respalda firmemente a las autoridades y al presidente Kafando. El secretario general resalta el fuerte apoyo del pueblo de Burkina Faso a una transición pacífica y urge a que se cumpla con el calendario de la transición, incluyendo las próximas elecciones”, apuntó el comunicado.
La ONU informó que su representante especial para África Occidental, Mohamed Ibn Chambas, está en Uagadugú y trabaja con organismos regionales a fin de apoyar y salvaguardar la transición burkinesa.
Las elecciones presidenciales en Burkina Faso, previstas para el 11 de octubre, fueron programadas para terminar con un periodo de inestabilidad que inició en noviembre de 2014, cuando protestas multitudinarias y violentas culminaron con la renuncia del presidente Compaoré.
Tras 27 años en el poder, Compaoré cedió el mando a los militares, que subsecuentemente lo transfirieron a Kafando, que encabezaba un gobierno de transición que preparaba las elecciones del próximo 11 de octubre.