La “ideología de género” carcome de a poco las libertades fundamentales y su agenda proaborto y en favor de los matrimonios igualitarios no la proponen, sino la imponen con el apoyo de organizaciones internacionales y poderosos lobbies, coincidieron Agustín Laje y Nicolás Márquez, quienes estuvieron en León para presentar “El libro negro de la nueva izquierda”.
Laje narró que, desde antes de llegar a México, distintas organizaciones LGBT intentaron, primero, que no fuera permitido su ingreso por “representar un riesgo para la seguridad nacional”, y ya estando en el país, presionaron en cada una de las sedes originales donde presentarían su libro, para impedir que lo hicieran. Incluso en León, en tres escuelas les cancelaron el recinto debido a estas presiones.
Advirtió que la expansión de la ideología de género ha comenzado con una “ingeniería lingüística” que ha derivado en que, por ejemplo, en Canadá sea penado el dirigirse hacia una persona con un pronombre que no corresponda a la identidad de género de esa persona, mientras que en Argentina el Gobierno financia un programa llamado “Todes” con el objeto de reeducar a sus ciudadanos para utilizar el lenguaje inclusivo.
Además, también señaló que el Estado comienza a violar la soberanía familiar en la educación de sus hijos.
Los padres y las madres de familia son atacadas directamente en cuanto a que el Estado invade su ámbito de soberanía familiar en lo que hace a la educación de sus propios hijos. En Alemania hay más de 50 padres que han tenido conflictos judiciales por no enviar a sus hijos a las clases de educación sexual integral, que uno sabe que no solamente son de educación sexual, sino que además están empañadas de esta ideología de género”.
En Argentina pasa lo mismo, ya hay jardines de infantes donde acuden niños de 5 años donde se los visten de nenas, se los maquillan como nenas, porque el Gobierno ha ordenado en su plan que desde el nivel inicial, el Estado debe desnaturalizar la forma en que los niños son niños y las niñas son niñas, lo cito textualmente como lo está en el plan de educación sexual integral para los más chiquitos”, comentó en conferencia de prensa.
Por su parte, Nicolás Márquez advirtió que organizaciones internacionales financian, con “fines políticos y autoritarios”, a los lobbies LGBT y abortistas como Open Society, Planned Parenthoody Amnistía Internacional, y afirmó que, con base en el número oficial de casos, el aborto no es un problema de salud pública porque, de entrada, el embarazo no es una enfermedad.
No es un problema de salud pública, primero el que muere es el niño, si muere alguna mujer, muere en el intento delincuencial de matar a su hijo; segundo, las cifras de mujeres que mueren son infladas políticamente”.
Después hay un asunto que no es menor: si un ladrón va a robar un banco y en ese emprendimiento delictivo muere porque un agente o la policía le pega un tiro, obviamente cuando alguien va a delinquir se está arriesgando, cuando una mujer va a delinquir en un establecimiento clandestino, se está arriesgando a que pase una situación de infortunio, ¿qué hacemos? ¿legalizamos los robos en los bancos entonces?”, dijo.
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