El infectólogo Alejandro Macías pidió a la población no alarmarse ante los casos que han surgido de hepatitis pediátrica grave de origen desconocido, pues indicó que la cantidad reportada hasta ahora es insignificante en relación con la cantidad de habitantes que hay en el mundo.
Refirió que siempre han existido pacientes con hepatitis causada por un agente indefinido, pero lo que sí es nuevo en esta ocasión es que se acumulan casos semejantes en menores de 15 años, y en el 10 o 15 % de ellos presentaron complicaciones, provocando que los niños enfermos requieran un trasplante de hígado o incluso fallezcan.
Sin embargo, también aclaró que hasta ahora se contabilizan alrededor de 500 casos sospechosos de esta enfermedad en el mundo, que tiene más de 7 mil millones de habitantes, por lo que señaló que no hay que espantarse y mejor esperar a que se recabe más información al respecto.
“Hay que poner los pies en la tierra, no hay que espantarnos, alarmarnos demasiado; sí hay que poner atención porque nunca sabemos cuándo pueda esto crecer, a veces las epidemias empiezan por lo poquito y luego aumentan rápidamente, pero no es una enfermedad que parezca que se transmita de manera explosiva o que vaya a tener un gran potencial de causar una pandemia en el mundo”, dijo.
Alejandro Macías refirió que hay dos principales hipótesis que podrían explicar este nuevo tipo de hepatitis: que sea provocado por un adenovirus o que tenga relación con la covid-19.
Además, señaló que aunque todavía no se tiene certeza sobre la causa, hay medidas que podrían ayudar a prevenir la infección, como ser higiénicos al momento de preparar y consumir alimentos, para en caso de que la transmisión sea por residuos fecales en la comida, así como el uso de cubrebocas y favorecer espacios ventilados, por si es provocado por un adenovirus que se esparce vía aérea.
Agregó que algunos de los principales síntomas de la hepatitis son palidez, náuseas, vómito, malestar general, orina oscura y a veces fiebre.