La pobreza no es la falta de dinero o de cosas materiales, sino la falta conocimientos y de saberes de una de la persona para subsistir en la vida, consideró la estudiante tarahumara Mauricia Tapadera Quintero.
Es la falta de cultura y conocimientos; por eso cuando lees mucho, aprendes más que los demás”, según su opinión tras participar en septiembre pasado como representante de las etnias de Chihuahua en el Foro Internacional de Niñas y Adolescentes, en la ciudad de México.
Desde los 12 años la menor ha sido invitada a eventos de este tipo; uno de éstos fue la Convención Internacional de los Derechos de las Niñas y los Niños, celebrada a mediados de diciembre del año 20013, en Brasil.
En septiembre pasado acudió a la capital del país, a invitación de la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), representando a las comunidades indígenas de Chihuahua, con el fin de exponer aspectos de la cultura de su pueblo y hablar de las formas de vida que se tienen en las comunidades que integran las cuatro etnias principales en la entidad, los pueblos Rarámuri, Pima, Guarojío y Tepehuano.
De esta forma, tapadera Quintero estableció que las niñas y las mujeres indígenas del país, tienen y deben ser respetados todos sus derechos.
Consideró que es importante que las mujeres vivan una vida sin ningún tipo de violencia en sus entornos familiares y de convivencia con otras personas, con el fin de que esto no sea un motivo para que las niñas y mujeres dejen de prepararse y puedan abandonar sus estudios.
Comentó que está convencida de que ellas tienen el pleno derecho de ser aceptadas por sus padres, sus comunidades y por las sociedades de las que forman parte, tal y como son.
En su participación en el Foro, Tapadera Quintero narró la forma de vida que tienen las mujeres indígenas de Chihuahua, además de cómo ejercen sus derechos para poder prepararse y acudir a la escuela.
Asimismo, participó en un taller en donde se trataron aspectos diversos sobre las niñas y las mujeres, en donde se tuvo la presencia además de niñas y jóvenes de Chiapas y de Perú, quienes expusieron diversos relatos y testimonios sobre cómo se vive en sus pueblos y de los obstáculos que encuentran para poder acceder a su pleno desarrollo como personas.
La estudiante tarahumara es considerada como una líder de opinión en su pueblo natal, Porochoi, municipio de Urique, pese a su poca edad, ya que tiene una gran facilidad de palabra y de claridad al expresar sus ideas, sobre todo tratándose de representar la voz de las mujeres de su pueblo.