Los Philadelphia Eagles buscarán levantar el Vince Lombardi por segunda ocasión en su historia y la clave para llegar al Super Bowl LVII ha sido su dominio ofensivo, pues tanto en la temporada regular como en los Playoffs fueron el equipo que mejor corrió el balón, registrando más de 100 yardas terrestres y 32 anotaciones por tierra en 14 juegos.
Nick Sirianni ha podido armar un esquema ofensivo con su equipo en gran medida gracias a su quarterback Jalen Hurts, que durante la temporada regular hizo 1 mil 156 yardas en 148 jugadas de RPO, lo que le ha sido posible debido a su capacidad para perseguir el balón y entregarlo a su corredor o bien, lanzarlo hacia los receptores.
A.J. Brown y DeVonta Smith han hecho un gran trabajo en equipo, superando las 1 mil yardas en fase regular y ahorrándole en ocasiones a Hurts el ir a buscar el ovoide a la zona profunda del emparrillado, pues han obtenido yardas después de capturar el balón.
Si Philadelphia quiere replicar lo hecho en 2018, cuando se impusieron a los New England Patriots, deberá neutralizar a Chris Jones y Frank Clark.
/r
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