Jalisco.- Las plantas medicinales son una parte importante del sector rural y de la biodiversidad del campo mexicano en beneficio de la salud humana, por lo que son motivo de un programa especial de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) denominado Farmacia Viviente.
La responsable de este programa, la agrónoma Fanny Mora Núñez, refirió que la Farmacia Viviente tiene el objetivo de que la gente de las comunidades rurales (incluso las urbanas) tenga acceso al conocimiento de las propiedades terapéuticas de las plantas.
Indicó que este programa tiene ya una década y tiene el propósito de que la población vea a las plantas medicinales como una alternativa de prevención y curación de enfermedades, sobre todo en las regiones marginadas.
Recalcó que este programa lleva un enfoque sustentable, en tanto que se pretende que las especies vegetales curativas, sean un patrimonio vivo de las comunidades mediante un uso adecuado e informado de las propiedades de las plantas.
La experta resaltó que en las reuniones de con las comunidades antes de instalar los huertos herbolarios, se brinda capacitación sobre el empleo de las yerbas.
En comunidades ubicadas a varias horas de las cabeceras municipales, la medicación con plantas es una alternativa rápida y económica en beneficio de las personas. Un ejemplo es San Juan de Potreros, municipio de Chimaltitán, se ubica a nueve horas de Guadalajara y tres de su cabecera municipal.
Por ello, mencionó que el conguerán es una planta que produce magníficos resultados para contrarrestar la sarna en los niños desnutridos, a un precio muy reducido en comparación con una pomada de patente.
La especialista subrayó que el conocimiento y aprovechamiento sustentable de las plantas medicinales es una alternativa para establecer agroindustrias, como de hecho ya ha ocurrido en varias localidades de Jalisco.
Mora Núñez citó como ejemplo los casos de agronegocios formados en Pihuamo (poblado El Vallecito) y Jilotlán de los Dolores (comunidad de Arenales), además de varias farmacias herbolarias.
En el medio urbano, dijo, si las condiciones de espacio en las viviendas lo permiten, pueden establecerse pequeños jardines con plantas idóneas para contrarrestar o prevenir padecimientos digestivos, respiratorios o crónico-degenerativos.
Un jardín medicinal en una comunidad puede concentrar un inventario de 10 a 100 especies de plantas medicinales, si se cuenta con el espacio necesario.
Algunos ejemplos de plantas con más demanda en Jalisco: yerba del sapo, sangre de grado y gobernadora (todas estas propiedades de reguladoras del metabolismo).
Además de sábila (regeneradora de la piel y fuente de auxilio contra úlceras, borraja (antipirética), caléndula (contra quemaduras y lesiones cutáneas) y gordolobo (usada en padecimientos respiratorios).
El Programa Farmacia Viviente en una década ya incidió en Jalisco en 10 mil personas del medio rural y zonas urbanas.
El ejemplo más significativo del uso de la herbolaria en un sistema de salud pública es la medicina ayurveda del Sur de Asia, con reconocimiento oficial de la Organización Mundial de la Salud.