Por 60 años ininterrumpidos de trayectoria y su destacado desempeño en teatro, cine y televisión, la actriz mexicana Rosenda Monteros recibió anoche la Medalla Bellas Artes en una ceremonia en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, de esta capital.
Acompañada por amigos, colegas y familiares, la actriz apareció visiblemente enferma, con voz cansada y aspecto débil, para recibir este homenaje y dar “gracias a la vida, que le ha dado tanto.
Poseedora de siete premios, tras participar en más de 40 puestas en escena y 21 películas mexicanas y ocho extranjeras, la actriz dio las gracias a las autoridades que la acompañaron: Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro; Enrique Singer, director de Teatro de la UNAM; Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua, y María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Su vida, sostuvo, “ha sido un privilegio y volvió a dar gracias a la vida, porque: “he tenido momentos muy graves, de angustia, de duda, de flaqueza, pero me he sabido levantar de ellos con mayores brillos y he podido dar un paso más adelanto y eso es un regalo de la vida’.
Por su parte, la directora del INBA, celebró a “esta gran actriz, a una mujer para quien el escenario ha sido su hogar y su talento; pasión, profesionalismo y dedicación la vuelto una figura central en la escena mexicana”.
Rosenda, dijo, llegó al teatro mexicano cuando éste inició una renovación estética con la que se transformó la escena nacional, al considerar la actuación como un arte y al actor como un creador.
Desde entonces, dijo Cepeda, Rosenda ha sido una artista comprometida que ha ido perfeccionando su disciplina corporal, el estudio y análisis de las obras; además de su carácter interpretativo e imponente presencia escénica hasta llegar ella misma a ser el personaje que representa.
Indicó que su proyección nacional, ha contribuído para darle al teatro mexicano un lugar distinguido tanto en México como en el extranjero y comentó que su trayectoria tan fecunda, diversa y sólida le ha otorgado el cariño del público de varias generaciones que han visto en su entrega un modelo de perfección.
Al respecto, Enrique Singer dijo con la Medalla Bellas Artes a Montero no sólo se reconoce su trayectoria y esfuerzo, sino el lugar que ocupa el actor en el intrincado mecanismo creativo del arte escénico.
Se refirió a la integrante de número de la Compañía Nacional de Teatro, “como una guerrera de la vida, que no parece haber dificultades ni obstáculos para su impulso creador, no hay enfermedad o cataclismo que la detenga”.
De igual manera, la definió como una artista con un corazón que pertenece al teatro, “dueña de una carrera larga, fecunda e intensa, ha participado en los momentos emblemáticos de la historia del teatro mexicano, desde la segunda parte del siglo pasado hasta la actualidad”.
Rosenda es una actriz que se expande en el escenario, “que lo abarca todo, imposible pasar desapercibida”, aseguró.
Tras una serie de elogios, Singer señaló que el trabajo de la homenajeada se basa en una apasionada diversión. “La misma diversión de una niña, pero adosada de la responsabilidad de adulto”.
Luis de Tavira se dijo conmovido porque el INBA honró y reconoció a quien calificó como un “espíritu selecto, una generosa y extraordinaria servidora de la escena mexicana: Rosenda Montero”.
Una mujer, refirió, maravillosa que ha alcanzado la culminación de lo que siempre quiso ser: la actriz que contra viento y marea, sigue habitando la plenitud de la escena.
“En ella se honra la condición provocadora de los artistas de la actuación, peligrosa condición que escandaliza y admira”, señaló.
El director de la Compañía Nacional de Teatro destacó que la vida de la actriz ha sido un luminoso testimonio de lealtad al teatro y agregó que la entrega de sus años culminantes a la nueva andadura de la CND, son un lujo para su elenco estable.
Poseedora de una inconfundible vocación de diva, Montero, indicó De Tavira, ha descubierto en el elenco de la compañía la insuperable alegría se sumar su poseedora personalidad a la humildad sabia del coro y ha demostrado de forma contundente, aquella profunda verdad del teatro que reunido vale mucho más.
“Gracias a su testimonio, el teatro aparece entre nosotros como una revelación de aquello en lo consiste la salud, no porque la actriz padeciera una seria enfermedad, sino porque goza de una irresistible y saludable sabiduría que proviene de la grandeza, de lo que ha visto y escuchado intensidad de vivencias cuya experiencia avienta.
“Es esta salud que mata, la que resulta necesaria para liberar la vida donde quiera que esté aprisionada”, dijo de Tavira, quien dio a conocer que la actriz se alista para salir a una gira internacional con la compañía.