En León, 59 de cada 100 personas que nacen en la pobreza, se quedan pobres y en general hay una casi nula movilidad social, de acuerdo con una investigación realizada por el Observatorio Ciudadano de León (OCL) en conjunto con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
La movilidad social mide los ascensos o descensos que una persona tiene en su posición económica a lo largo de su vida, explicó David Herrerías, uno de los investigadores que participó en el estudio basado en datos del INEGI y del Coneval.
Para analizar el tema, se abordaron cuatro indicadores: acceso a servicios de salud en el empleo, acceso a capacitación laboral, así como persistencias y transiciones por ingresos laborales.
En el primer rubro, en promedio durante el periodo 2006-2019, apenas el 32% de la población económicamente activa contaba con seguridad social, y el 2.75% tuvo acceso a capacitación laboral.
Además, en ese periodo 58 de cada 100 trabajadores se mantuvo en el quintil uno, en donde el sueldo máximo es de 7 mil pesos mensuales, mientras que solo el 3.2% pasar del quinto uno al quinto, en el cual el ingreso mínimo fue de 35 mil pesos.
“En pocas palabras lo que podemos decir es que tenemos una sociedad estratificada en la que es muy difícil moverse de un nivel de ingresos a otro, que cuna es destino, como se dice. Hay ejemplos a lo mejor notables, pero justamente esos son los garbanzos de libra porque el conjunto de la sociedad no los favorece”, dijo Herrerías.
Explicó que baja movilidad social se debe en parte a los bajos salarios que empresarios pagan a sus trabajadores, pero también a las políticas sociales asistencialistas que no ayudan a las personas a obtener mejores ingresos.
“La pobreza por ingresos tiene que ver con toda una cultura que existe en León de pagar poco, porque León y Guanajuato en las últimas décadas creció el PIB por encima de la media nacional, y León es el cuarto municipio en número de pobres, son pobres con trabajo, o sea no es un problema de falta de empleo, sino que es un problema de empleo mal pagado. Eso no se soluciona poniendo piso firme, o peor aún, poniendo calentadores solares”, explicó.
En tanto, la presidenta del OCL, Rocío Naveja Oliva, apuntó que la casi nula movilidad social que existe en León está vinculada directamente con la inseguridad.
“Es muy importante resaltar que si bien la pobreza no es sinónimo de delincuencia, ciertamente si ustedes conocen historias y ven los estudios de sistemas penitenciarios, daremos cuenta de cómo si la pobreza ha marcado conductas que luego hace que se involucren en acciones delictivas”, dijo.